A pesar de que casi siempre es mejor dejar, en manos de expertos, la elaboración de las puertas que servirán de seguridad al hogar, la oficina u otro tipo de recintos, también es cierto que puede resultar un verdadero ahorro, además de un muy buen ejercicio físico, elaborar las puertas internas o las de cercado con las propias manos.
Herramientas necesarias
En este sentido, una vez tomada la decisión de querer elaborar con las propias manos la hechura de la puerta que servirá para dividir los ambientes de la casa, o incluso dar acceso al patio de la propiedad, se debe proceder entonces a reunir el total de materiales y herramientas indispensables para cumplir con esta misión, a fin de evitar interrupciones innecesarias durante el proceso. A continuación, entonces, la lista de herramientas que se requerirán en esta labor:
Un (1) destornillador
Un (1) taladro eléctrico
Una (1) sierra ingletadora
Varios tornillos autoperforantes, en su preferencia aquellos hechos con acero inoxidable. Medidas: 7,5 cm (aunque dependiendo el país también se pueden pedir de 3 pulgadas).
Varios tornillos autoperforantes de acero inoxidable, pero de 1 ( ¼ ) de pulgada. Sin embargo, dependiendo el tipo de madera también pueden ser de 1 ( 5/8 ).
Tres pares de bisagras.
Pasos para construir una puerta
Como en todo ejercicio de manualidades o construcción es pertinente ir siguiendo uno a uno los pasos necesarios para la construcción del objeto deseado. En este caso, la construcción de una puerta de madera no es la excepción, por lo que para ello se requerirá entonces seguir las instrucciones que aconsejan la mayoría de las fuentes en internet. A continuación los pasos para hacer una puerta de uso interno:
Paso 1: el bastidor
Toda puerta debe comenzar por hacerse en base a su bastidor. Para esto es necesario comenzar a construir la herramienta que le servirá de marco. Por eso el primer paso a seguir será -luego de haber escogido y comprado la madera adecuada, bajo la recomendación del asesor de ventas experto- tomar las medidas del espacio en donde se ubicará la puerta, el cual no debe –a fin del buen funcionamiento de este objeto, superar los 1,5 metros de ancho y los 2,1 metros de alto.
A fin de elaborar esta estructura se deberá entonces, con ayuda de la sierra y teniendo mucha precaución para usarla, cortar cuatro (4) tablones, que no superen los diez centímetros de ancho, pero que a lo largo nos arrojen dos (2) tablones que coincidan con el ancho del espacio, pero que medirán un poco menos que éste, puesto que si el espacio destinado es de 1,5 m, los tablones del bastidor deben tener para el ancho al menos 1,2 m. Por su parte, también deben picarse dos tablones que sirvan para el largo de la puerta, los cuales también medirán un poco menos que su espacio destinado, así que si se tiene un espacio de 2,1 m, los tablones deberían medir 1,8 metros.
Hecho esto, a cada tablón, acostado sobre su superficie más ancha, se le deberá en sus extremos tomar medidas de 5 cms (arriba) y 10 cms (abajo). Con ayuda de un lápiz se deberán unir estos puntos, trazando entonces una diagonal, por donde se pasará la sierra, logrando así que produzca un extremo superior mucho más largo. Luego, se buscará encajar los tablones largos con los anchos, a fin de que se produzca una estructura rectangular. Colocados en su respectivo sitio, haciendo que todos coincidan en sus puntos, conformando un cuadrado de caras anchas. Colocado en la posición correcta se unirán las esquinas con ayuda del taladro y los clavos autoperforantes, los cuales serán ajustados con el destornillador.
Paso 2: para la cruceta
Conseguido el bastidor, se deberá proceder a realizar la cruceta, la cual le dará estabilidad a la puerta. Para esto se comenzará a cortar un tablón que coincida en largo con el ancho interno del bastidor. Con respecto a su ancho puede ser un poco más grueso que diez centímetros. Una vez cortado, y comprobado que calza justo en el espacio, se deberá ajustar al marco, también con ayuda del taladro y los tornillos autoperforantes, que serán ajustados con el destornillador.
Paso 3: la primera cara
Se procederá entonces a colocar la primera superficie de la puerta, la cual puede ser hecha de una sola lámina de madera delgada o por listones de madera, que se buscarán colocar uno al lado del otro, sin dejar espacios. Así también se tendrá precaución de que esta superficie, que constituirá la primera la cual coincidirá en medidas con el bastidor, y que será ajustado a éste, primero con cola y luego con puntillas o clavos, buscando que todos los extremos estén nivelados y coincidan en dimensiones.
Paso 4: los refuerzos internos
Una vez ajustada la primera lámina de madera, se deberá voltear la puerta, a fin de poder ver nuevamente el bastidor. Se procederá entonces a colocar refuerzos internos, por los que se colocarán listones de madera, cuya altura coincida con las dimensiones internas de la puerta, a fin de que cuando ambas láminas se unan no exista problema. Estos listones serán colocados con pega blanca, apoyándose sobre la superficie de la otra lámina.
Paso 5: segunda lámina
Una vez se haya colocado goma blanca en las caras del bastidor, y de los listones de refuerzo en donde se apoyará la segunda lámina de madera, se deberá colocar esta sobre ellos, ajustándola perfectamente, sin que ningún extremo deje de coincidir. Igualmente, se ajustará en sus extremos con puntillas. Dejar secar la nueva puerta.
Paso 6: la colocación de las bisagras
Tomando medidas en el marco y en la nueva puerta, se calculará a que altura colocar las nuevas bisagras, las cuales deben coincidir tanto en la puerta como en el marco. Con la ayuda del taladro se colocarán las bisagras, en cada lado y a igual altura. Se ajustarán con los tornillos autoperforantes de mayor dimensión, usando para esto el destornillador. Se calzarán las bisagras, se colocará la cerradura, y ya se puede comenzar a disfrutar de la puerta hecha por las propias manos.
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