Los sustantivos, de acuerdo a la semántica, se clasifican en: concretos y abstractos. El primer grupo de ellos se refiere a las cosas que podemos percibir con nuestros sentido físicos, y su definición no depende de interpretación, pues con consisos. Los segundos, los abstractos, son conceptos cuya definición depende de la percepción de cada quien, son inmateriales y no se perciben con los sentidos físicos.
Ejemplo de sustantivos concretos y abstractos
Veamos 10 ejemplos de cada uno de este tipo de sustantivos, seguido de las similitudes y diferencias entre unos y otros.
Sustantivos concretos:
- (ese) niño
- (esa) mesa
- (ese) árbol
- (ese) lápiz
- (esos) carros (concreto plural)
- (esa) pelota
- (esa) cocina
- (esa) reja
- (esos) zapatos (concreto plural)
- (ese) megáfono
Sustantivos abstractos:
- amor
- odio
- bondad
- felicidad
- fe
- tolerancia
- comprensión
- sabiduría
- compasión
- esperanza
Semejanzas y diferencias de sustantivos concretos y abstractos
Aun cuando desde la semántica unos y otros difieren potencialmente, si los clasificamos por género llegaremos a una semejanza básica: tanto los sustantivos concretos como los sustantivos abstractos pueden ser femeninos como masculinos.
Entre las diferencias capitales se encuentra que los sustantivos concretos pueden tener tanto forma masculina como femenina en las más de las veces. Por ejemplo: perro/perra, gato/gata/, o inclusive ser heretónimos como masculino y femenino, caballo y yegua.
Por su parte, los sustantivos abstractos no tienen esa cualidad (salvo contadísimas excepciones como Dios/diosa, si no entendemos no cómo un concepto abstracto, sino como un ente). No podemos decir: esperanzo y esperanza, sabidurío y sabiduría.
Así mismo, los sustantivos concretos se refieren a cosas físicas, mientras que los abstractos se refieren a ideas o concpeciones mentales.