Definiciones fundamentales

En este sentido, puede que también sea necesario delimitar esta revisión teórica a dos definiciones específicas: Palabra e Hipónimos, por encontrarse directamente relacionadas con cada uno de los ejemplos que se expondrán a continuación. Seguidamente, cada una de ellas:

La palabra

De esta forma, se comenzará por decir que la Palabra ha sido explicada por las distintas fuentes como una partícula lingüística. Sin embargo, puede que para tener una visión integral de la Palabra sea también necesario tomar en cuenta las perspectivas particulares que tienen sobre ella las distintas disciplinas lingüísticas.

En consecuencia, se dirá por ejemplo que la Morfología entiende la Palabra como una estructura lingüística, compuesta por una combinación coherente de lexemas (unidades lingüísticas indivisibles con sentido semántico) y morfemas (unidades lingüísticas que complementan los lexemas, tanto con información gramatical o léxica).

Por su lado, la Semántica –disciplina que se encarga de estudiar la Palabra desde su sentido- entiende la Palabra como una partícula lingüística con sentido propio, que se encuentra ubicada entre dos silencios, que suceden en un texto. Es importante resaltar que cuando la Lingüística habla de textos, no lo hace desde el punto de vista de la escritura, puesto que para esta disciplina la Escritura es apenas un registro secundario del Lenguaje, al cual considera un organismo vivo, residente en la Lengua, y materializado en el Habla.

Finalmente, la Sintaxis entenderá la Palabra como el núcleo de la Oración, así como cada una de las partículas que conforman esta estructura superior con sentido, independientemente de que estas cuenten con una función semántica o gramatical. Por consiguiente, si se tuviese una visión que fuese desde lo micro hasta lo macro, se tendría entonces que una combinación coherente de lexemas y morfemas, produce Palabras, mientras que un orden de Palabras genera oraciones, y por último una disposición de oraciones, dará como resultado textos.

Hipónimos

Así mismo, será también importante traer a capítulo el concepto de Hipónimos, los cuales serán explicados como aquellos tipos de palabras, relacionados de forma directa con los Hiperónimos, y que se caracterizan por coincidir con estos en cuanto a los rasgos semánticos generales, pero siendo un poco más específicos que los Hiperónimos, es decir, que se puede asumir que los Hipónimos pueden verse incluidos con los Hiperónimos.

Ejemplos de Hipónimos

Sin embargo, puede que todavía sea necesario revisar de forma breve algunos ejemplos, que permitan ver de forma concreta los distintos casos de Hipónimos, que existen dentro del Español. A continuación, algunos de ellos:

• Un primer ejemplo de Hipónimos dentro del Español pueden ser los nombres de los días de la semana: lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, sábado y domingo, los cuales serán entendidos entonces como hipónimos del hiperónimo “días de la semana”.
• Así también, los sustantivos propios Renault, Fiat, Ford, Chevrolet, Toyota, con los cuales se nombran las distintas marcas de carros, siendo entonces consideradas como hipónimos del hiperónimo “marcas de carros”.
• Por otro lado, también se podría usar como ejemplo los nombre enero, febrero, marzo, abril, mayo, junio, julio, agosto, septiembre, octubre, noviembre y diciembre, los cuales han sido tomados como hipónimos del Hiperónimo “meses del año”.
• Igualmente, los nombres Colombia, Venezuela, Brasil, Perú, Ecuador, Chile, Argentina, Bolivia y Guyana pueden ser considerados hipónimos, pues pueden ser incluidos dentro del hiperónimo “países latinoamericanos”.
• También se pueden colocar como ejemplos de Hipónimos los nombres Novela, Novela negra, Poesía, Cuento o la Crónica, los cuales pueden ser considerados como palabras incluidas dentro del Hiperónimo “Géneros literarios”.
• Por último, los sustantivos Teatro, Escultura, Pintura, Danza, Literatura pueden ser considerados como hipónimos de un concepto más amplio, incluido en el Hiperónimo de las Bellas Artes.

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