Antes de abordar algunos ejemplos sobre los usos concretos que pueden presentar las Interjecciones propias, en el Español, se revisarán algunas definiciones, que de seguro permitirán entender cada uno de estos casos, dentro de su justo contexto lingüístico.
Definiciones fundamentales
En consecuencia, se tomará igualmente la decisión de delimitar esta revisión teórica a dos nociones específicas: Interjecciones e Interjecciones propias, por considerarse directamente relacionadas con los ejemplos que se estudiarán posteriormente. A continuación, cada una de estas definiciones:
Las interjecciones
De esta manera, podrá comenzarse por decir que las Interjecciones han sido explicadas, por las distintas fuentes, y de manera general, como uno de los principales tipos de palabras, que pueden encontrarse en la mayoría de las Lenguas naturales.
Sin embargo, si se quisiera tener una visión mucho más integral sobre esta clase de partícula, será necesario tener en cuenta también cada una de las distintas definiciones que han promulgado sobre esta clase de palabra, las principales disciplinas lingüísticas.
En este sentido, se encuentra, por ejemplo que la Sintaxis –materia que estudia las partículas según su posición o función- considera que las Interjecciones pueden ser consideradas oraciones en sí mismas, en tanto que transmiten un sentido completo, sin tener necesidad de ninguna otra partícula o construcción que la complemente.
Por su parte, la Semántica –disciplina que se encarga de estudiar el significado de las partículas- entiende las Interjecciones como palabras que cumplen con la tarea de expresar emociones humanas, como por ejemplo Alegría, Tristeza, Asco, Sorpresa, Angustia, Repulsión, Felicidad, Ansiedad, Rechazo, entre otras.
Finalmente, la Morfología –área de la Lingüística que se encarga de estudiar la constitución de las palabras- considera que las Interjecciones pueden ser explicadas entonces como una palabra invariable, en tanto que responde a una forma fija, que no sufre ningún tipo de variación en el contexto lingüístico.
Así mismo, señalan las distintas fuentes, que las Interjecciones serán siempre anotadas entre signos de exclamación, los cuales enfatizan la emoción que transmiten. No obstante, en algunos casos se encuentran incluidos también dentro de signos de interrogación.
Interjecciones propias
Otro de los conceptos que deberán ser tenidos en cuenta es el de Interjecciones propias, llamadas también Interjecciones primarias, y que han sido explicadas entonces como uno de los principales tipos de palabras, que pueden encontrarse en las distintas lenguas naturales.
Desde un punto de vista mucho más específico, las Interjecciones propias han sido explicadas por la Semántica como aquellas palabras, que cumplen con la tarea de trasmitir una emoción propia de la condición humana.
Empero, la verdadera definición de las Interjecciones propias o primarias la ofrece la Morfología, disciplina que considera que este tipo de palabras se caracterizan por no provenir de otras palabras, es decir, que no se derivan de partículas anteriores, o que cumplan un papel semántico original, antes de convertirse o derivar en interjecciones.
Según indican ciertas fuentes, las Interjecciones propias cuentan con las siguientes formas en el Español:
¡Ah!, ¡Ay!, ¡Eh!, ¡He!, ¡Ey!, ¿Eh?, ¡Uy!, ¡Puaj!, ¡Uf!, ¡Guay!, ¡Guau!, ¡Hala!, ¡Oh!, ¡Shhh!, ¡Hala!, ¡Ojalá!
Para la Sintaxis, siendo interjecciones al fin, las Interjecciones propias, o primarias, son consideradas oraciones independientes, por lo que pueden aparecer en un texto de forma aisladas. No obstante, pueden ser usadas junto a otras oraciones independientes, a lo largo de un texto.
Ejemplos de uso de interjecciones propias
Una vez se han revisado cada una de estas definiciones, puede que ciertamente sea mucho más sencillo abordar una serie de ejemplos sobre los distintos usos, que se encuentran en el Español, en referencia a las Interjecciones propias. A continuación, algunos de estos usos:
Ejemplos de uso de la interjección propia ¡Ah!
¡Ah! ¡No me esperaba esto!
¡Ah! ¡Cómo vas a llegar a esta hora!
¡Ah! En verdad, la Navidad es un tiempo hermoso
Ejemplos de uso de la interjección propia ¡Ay!
¡Ay! ¡Cómo duele el amor!
¡Ay! ¡Se me olvidó la tarea!
¡Ay! ¡Qué pena!
Ejemplos de uso de la interjección propia ¡Ey!
¡Ey! ¡Con cuidado!
¡Ey! Tienes razón
¡Ey! ¡No te había visto!
Ejemplos de uso de la interjección propia ¡Ojalá!
¡Ojalá! Y llegues a conocerlo a tiempo.
Estoy esperando la respuesta. ¡Ojalá!
– ¿Te vas de viaje mañana? / – ¡Ojalá!
Ejemplos de uso de la interjección propia ¡Uf!
¡Uf! ¡Galletas de chocolate con chispas de chocolate!
¡Uf! ¡Siempre quise una computadora de esta marca!
¡Uf! Nada como un buen masaje
Ejemplos de uso de la interjección propia ¡Puaj!
¡Puaj! Odio la sopa de arvejas
Ayer vi cómo limpiaban el tanque de agua. ¡Puaj!
¡Puaj! Eso me produce repulsión
Ejemplos de uso de la interjección propia ¡Guau!
¡Guau! ¡No lo podía creer!
¡Me engañaste como a un niño! ¡Guau!
¡Guau! Es mejor que lo dejemos así
Ejemplos de uso de la interjección propia ¡Shhh!
¡Shhh! ¡Todos en silencio
¡Shhh! no deberías hablar tan alto
De repente la enfermera se asomó por la puerta, y nos dijo: ¡Shhh!
Ejemplos de uso de la interjección propia ¡Oh!
¡Oh! ¡La brisa primaveral!
¡Oh! ¡Cómo me gusta esa serie!
¡Oh! ¡Qué lástima!
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