El viejo edificio
Hay un edificio cuyos terrenos hacen parte de la Universidad de Ohio, Estados Unidos. Esta edificación cuenta con oficinas, salones y un pequeño museo. Si lo recorres notarás inmediatamente que su ambiente denota libros y academia, y jamás pasaría por tu cabeza que por aquellos pasillos y entre sus habitaciones se vivió el horror y la locura humana. He aquí la historia que se esconde detrás de las paredes de aquel edificio de la Universidad, cuyo origen se remonta a 1874 y para esa época era conocido como Athens Asylum.
El asilo, como fue mencionado antes, fue construido en 1874. Las habitaciones del lugar, albergaron a cientos de personas: veteranos de guerra, niños y mujeres con todo tipo de discapacidades y enfermedades mentales, pero en su mayoría eran gente pobre que era abandonada por sus mismos familiares a su suerte.
En Athens se practicaron barbaries y monstruosidades comunes en los métodos de tratamiento psiquiátrico de aquella fecha: lobotomías, hidroterapias, electroshock, uso de drogas psicóticas de forma indiscriminada; esos tratamientos muchas veces eran aplicados a personas que no padecieron ninguna enfermedad mental, aunque aún en el caso de que la tuvieran se puede considerar que sufrir algún desequilibrio psíquico no es un permiso para torturar a alguien, como hacían en el asilo.
La mayoría de personas que eran encerradas allá no tuvieron la oportunidad de mostrar su historia o decir sus verdades, los mismos administrativos borraban cualquier rastro de negligencia, excepto uno que ha perdurado hasta nuestros días: Margaret Shilling.
Un vestigio que el tiempo no pudo borrar
Para diciembre de 1978 la paciente Margaret Shilling, que contaba con 53 años, se encontraba recluida en Athens. Allá tenían la costumbre de dejar que sus pacientes deambularan por el sitio y sus alrededores. Y sucedió que un día de ese invernal diciembre (uno de los más crueles registrados en Ohio), los empleados del asilo no encontraron a Margaret.
Los reportes de búsqueda y los historiales médicos solo pueden verlos los familiares, pero lo poco que se conoce es gracias a las publicaciones de la prensa local: Margaret era un paciente que llevaba mucho tiempo en el hospital, estaba casada y tenía un hijo, era sordomuda y cuando desapareció fue como si se la hubiera tragado la tierra: nadie daba razón de ella.
Fueron seis semanas de búsquedas a medias, en Athens decían que lo más probable era Shilling hubiera tomado su propia vida, pero de ser así el cuerpo tampoco aparecía. Cuando para enero del año siguiente, un miembro de mantenimiento del lugar, encontró su cadáver en el ático, un sitio que ya habían revisado varias veces, lo más triste es que su cuerpo estaba desnudo y sus ropas estaban apiladas a un lado, y nadie quiso hacer una autopsia para saber qué causó la muerte de Margaret.
La gente del asilo, asustados por la situación decidieron apresurar el levantamiento del cuerpo, pero que sorpresa fue cuando al retirar a la occisa vieron en el piso una mancha que mostraba a la perfección el contorno del cuerpo de Margaret.
Intentaron rascar el suelo y destruir todo con fuertes químicos, pero los vestigios no desaparecieron y después de 40 años todavía se pueden ver ahí.
Más información sobre lo sucedido
Después de analizar los reportes de prensa de esos días, mucha gente se sorprendió con la poca eficacia con la que se trataba las desapariciones de los pacientes, y más que todo pacientes con problemas mentales o pacientes que eran medicados con altas dosis de narcóticos. Sue Foster, la superintendente del asilo en aquella época, contaba que: “no es muy habitual no localizar a un paciente que falta” y añade que “normalmente, los registros de los pacientes dados de alta o que desaparecen sólo se guardan 14 días tras su marcha.”
Asimismo agregó que Shilling estaba viva cuando subió al ático, por lo tanto podríamos concluir que ella quería estar ahí menciona la administrativa. No obstante, para lo que no hay explicación es de como las puertas se cerraron, o por qué no realizaron una autopsia, o la falta de profesionalismo de la policía.
Aunque el certificado de defunción de Margaret, aclara que ella murió por “causas naturales”, lo más lógico es que la pobre mujer murió de frió, encerrada en un ático, sin la posibilidad de poder gritar (recuerden que era sordomuda) y probablemente bajo el efecto de alguna droga.
Actualmente, la Universidad de Ohio (anteriormente el asilo) analizó aquella mancha dejada por Shilling, los resultados fueron publicados en la revista Journal of Forensic Science, la conclusión final fue que la mácula se formó debido a la descomposición del cuerpo, pero las marcas que todavía hoy perduran son consecuencia del uso de los productos químicos que usaron para borrarla.
También debemos mencionar, que fue gracias a esa marca que hoy en día podemos conocer la historia de Margaret e imaginar las calamidades que pasaron el resto de pacientes del Asilo Athens.
Fuentes:
- https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2016-03-13/athens-ohio-margaret-shilling-manicomio_1165397/
Imágenes: 1 y 2: elconfidencial.com, 3: pinterest.com