Los pasajeros del vuelo 914, de un avión DC-4 de Pan American Airways, con más de 50 personas a bordo, junto con seis tripulantes, estaban listos para despegar en el aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York, el 2 de julio del año 1955, rumbo a la Florida.
“Amables pasajeros, habla el capitán de la tripulación. Les damos la bienvenida y los invitamos a abrocharse los cinturones de seguridad y a prestar atención a las guías ofrecidas por el personal del vuelo. Despegaremos en unos cuantos instantes. El tiempo estimado en llegar a nuestro destino es de 37 años. Les deseamos un viaje confortable.
¿37 años? Efectivamente. Es un misterio que ha puesto al mundo a temblar, puesto que no existe alguna explicación lógica que satisfaga a quienes se han enterado de lo sucedido en este misterioso caso, en el que este avión pocos minutos después de despegar, desapareció como por arte de magia; de repente, se esfumaron de los radares sin rastro alguno y sólo hasta en 1992 volvió a aparecer de la nada y con todos los tripulantes, a quienes no les había pasado el tiempo.
Las investigaciones llevadas a cabo
Ni si quiera hubo una sola llamada de auxilio. Parecía como si el aire se lo hubiera tragado. La zona por la que desapareció fue sobre el Atlántico y en algún momento se sospechó que se hubiese estrellado por allí, pero a pesar de intensos operativos de búsqueda, nada se encontró, ni la menor pieza de la aeronave o pista alguna sobre lo que le pasó.
Ante la ineficacia de las investigaciones, de manera oficial se declaró que los 61 pasajeros sufrieron un siniestro, pero no se pudo rescatar el avión.
Así trascurrieron los años, más de tres décadas, hasta que un inolvidable 9 de septiembre de 1992 en la ciudad de Caracas, capital de Venezuela, en el radar de la Fuerza Aérea de esa nación, de la nada empezó a figurar una aeronave, misma que no correspondía con ninguna que tuviese algún permiso y que se apareció así, sin más, como si estuviese escondida.
El controlador del tráfico aéreo de turno en ese momento, era el oficial Juan de la Corte, en el aeropuerto de Caracas. Lo más curioso es que iba en dirección hacia el aeropuerto y en tan solo 10 minutos apareció frente a los ojos de todos los operarios que estaban percatándose del asunto, pero pensaban que tal vez era un error, hasta que lo vieron en persona.
La vista del avión
Cuando la aeronave se hallaba lo suficientemente cerca, los operarios del aeropuerto notaron que se trataba de un artefacto obsoleto, de los primeros aviones comerciales, un McDonnell Douglas DS4 que no contaba con turbinas como todos los aviones, sino con hélices. Hacía décadas habían sido reemplazados.
Mucho peor fue la situación de confusa, cuando en la radio se escucha el piloto de dicho avión decir: “¿en dónde estamos”. El controlador de tráfico aéreo le respondió que estaban en el aeropuerto de Caracas y le cuestionó por su lugar de destino, ante lo cual el piloto contestó:
«Somos el vuelo 914 de Pan-am con rumbo de Nueva York a Miami Florida, con una tripulación de 4 y 57 pasajeros a bordo».
Pero, era algo inaudito por todos y cada uno de los detalles, puesto que no tenía sentido que un vuelo de Pan-am estuviese desviado 1.700 kilómetros del lugar a donde se dirigía y no había ninguna explicación de cómo había llegado hasta allí. Toda la torre de control quedó en shock.
Lo más desconcertante
Lo que más les impactó a los oficiales aéreos, es que el piloto en cuestión manifestaba que su vuelo estaba destinado para aterrizar en Miami a las 9:45 de la mañana, del 2 de julio del 55. No había palabra alguna ante semejante acontecimiento. Las autoridades decidieron despegar la pista de aterrizaje, temiendo que de pronto aquel piloto se había desquiciado y había que procurar salvar a las personas a bordo.
Tan pronto aterrizó, llegaron numerosas unidades terrestres y estando todos reunidos, el oficial Juan de la Corte preguntó al piloto: “¿Sabes que hoy es 21 de mayo de 1992?”, pero aquel sujeto reaccionó de manera agresiva, no entendía nada, gritaba que se alejaran, que estaban locos, que ellos se irían en ese instante y sin respetar ningún protocolo, de nuevo tomó su aeronave y la llevó a la pista de despegue.
No obstante, no pudieron detenerlo y alcanzó a despegar. Curiosamente, a los pocos minutos desapareció nuevamente del radar, como 37 años antes. A la fecha, no se sabe nada más de este misterioso caso. Han surgido muchas teorías intentando explicar el fenómeno, pero no hay nada claro hasta el momento.
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