Un escenario terrorífico fue hallado en un consultorio odontológico, en Lima, Perú. Las peores condiciones de salubridad y varios taladros de construcción, con los que un supuesto odontólogo trataba a sus pacientes, o mejor dicho, sus víctimas, nutrían el panorama de un consultorio fraudulento. Esta es la historia de “el odontólogo que operaba con taladros”.
Un demente con un taladro jugando al odontólogo
José Luis Alarcón era el propietario de este tenebroso lugar, donde en junio de 2016, la Policía ingresó cumpliendo con una orden de allanamiento, pues habían recibido varias denuncias de personas que habían sufrido serias heridas en la boca, cuando pensaban que por el contrario, sus problemas orales serían sanados.
En realidad se trataba de una estafa y el doctor Alarcón no era ningún profesional, aunque en la entrada principal del consultorio figuraba expuesto el diploma falso que lo acreditaba como dentista. Varios delegados del “Colegio Odontológico del Perú”, hicieron presencia junto con las autoridades en aquel sitio fraudulento. Se sorprendieron al confirmar lo denunciado: Alarcón empleaba taladros de construcción, para las operaciones de implantes de prótesis dentales en los pacientes.
Tan pronto como irrumpieron los policías, el falso doctor intentó huir pero ya era demasiado tarde. No se le ocurrió otra excusa que decir que él tan sólo estaba realizando un reemplazo. Lo increíble, es que este sujeto contaba con varios clientes y precisamente, cuando la autoridad llegó a capturarlo, estaba a punto de intervenir a una señora de 60 años de edad, con la crueldad de sus taladros.
Aparte de estas insólitas herramientas, también fueron encontrados varios materiales de publiciad, como afiches y volantes, en los cuales se ofrecían algunos servicios gratuitos y la especialidad de “prótesis en tan sólo 24 horas”. Lo que no sabían los incautos, era que les esperaba una dolorosa operación con un taladro, al igual que recibirían una prótesis hecha al igual, en un molde realizado con el mismo objeto.
Pinzas oxidadas, algodones reutilizados y las peores condiciones salubres
Había podredumbre por todas partes. Por doquier, se podían ver trozos de algodones y gazas ensangrentadas, que habían sido utilizados en las cirugías falsas y crueles. Hallaron además, pinzas oxidadas con sangre, así como otros utensilios sucios e insalubres.
El doctor David vera, uno de los representantes del “Colegio Odontológico del Perú”, le dijo directamente al implicado: «esto es una verguenza para la profesión, sabe usted que no se puede ejercer si tener el título, lo que usted hace es un delito».
Alarcón no aceptaba los cargos y su última mentira para intentar lavarse las manos, fue que en su consultorio exlusivamente se practicaban profilaxis, porque hasta ahora se estaba preparando como profesional. Cosa que también era mentira. Al parecer y según alegó el abogado defensor, el hombre sufre de trastornos mentales y llega a creerse por completo, que es un odontólogo.
Gracias al uso de buenos materiales publicitarios, logró atraer a varios ancianos que creyeron que saldrían en un día de allí, con una prótesis perfecta y una sonrisa de oreja a oreja, pero quienes pasaron por sus manos, no corrieron con tan buena suerte y nunca olvidarán haber visitado al “doctor taladro”, como le apodaron.
Imagen: visitemosmisiones.com