La pérdida de un ser querido tan próximo como una madre, un padre o un hijo es algo devastador, incluso para los adultos. Pero, si para un adulto es una experiencia fuerte ¿cuánto más no lo será para un niño?
Tal es el caso de Jaden Hayes, oriundo de la ciudad de Savanah, en el estado de Georgia, Estados Unidos. Jaden nació en el año 2009 y cuando tenía tan sólo 4 años perdió a su padre, lo cual implicó una experiencia bastante dolorosa para el pequeño. Sin embargo, lo peor estaría por venir cuando dos años más tarde murió su madre mientras dormía y aparentemente por una intoxicación.
Pero en medio de la adversidad Jaden supo reponerse y sorprendió a todos cuando se le ocurrió la idea hacer sonreír a la gente. De acuerdo a Jaden, las personas viven muy serias y tristes, y deberían sonreír más, por lo que emprendió la misión de hacer reír a las personas.
Se lo comentó a su tía en la noche y quedaron en debatirlo a la mañana. El niño la despertó a las cinco de la mañana para hablar sobre la idea y luego de obtener su apoyo, se lanzó a las calles a tomarse fotos con las personas, pero sonriendo. El modus operandi es sencillo: el niño se acerca a una persona, le pide una sonrisa y a cambio le ofrece pequeños juguetes.
La idea inicial era completar 500 fotos para su “experimento de sonrisas”, como a Jaden le gusta llamar a su campaña, pero la propuesta rebasó ampliamente las expectativas pues tan sólo en su primer día ya tenía casi 300 fotos y a los pocos días el niño manifestó su idea de llevar su plan a la ciudad de New York. Y ni qué decir de Facebook, donde su proyecto ya es ampliamente conocido y cientos de personas se toman fotos a honor del pequeño niño que quiso ver a todas las personas del mundo sonriendo.