El 11 de febrero de 2013 un rayo cruzó el cielo del estado del Vaticano y cayó sobre la cúpula de la Basílica de San Pedro, sede de la Iglesia católica.
Sin embargo, este fenómeno meteriológico sólo vino a poner el acento sobre la conmoción que el mundo creyente vivía: horas antes el papa Benedicto XVI había anunciado su renuncia.
¿Casualidad? ¿Señal? ¿Advertencia Divina? Son algunas de las preguntas que se hacen estudiosos del mundo espiritual ante un evento de tal magnitud, que a pesar de los años, aún causa curiosidad por el misterio en el que parece estar envuelto.
EL TAROT Y LA CARTA DE LA TORRE
Para los expertos del Tarot, por ejemplo, es imposible dejar de relacionar este evento con el arcano mayor de la Torre, cuyo nombre además es: La Maison Dieu; en español: La Torre o Casa de Dios.
Esta Carta representa una torre -la morada de Dios- que es alcanzada por un rayo, el cual destruye la corona que la construcción lleva en la cúspide, como símbolo de sabiduría, y provoca la caída de dos hombres, que para estudiosos en simbología representan los valores, las creencias. Un golpe de la naturaleza celestial sobre lo más alto de la conciencia.
Según los tarotistas, el significado de la Torre en una lectura está relacionado con ruptura, muerte, problemas, cambios abruptos y cosas que deben cambiar porque ya no pueden seguir como están, la hora inminente de replantearse las ideas.
En cuanto al número que ocupa esta Carta dentro de los Arcanos mayores también existen muchas suspicacias. La Torre ocupa el puesto número XVI, el cual los estudiosos de la numerología y los gustosos de las casualidades no pueden dejar de relacionar con el Papa Benedicto, cuyo número sucesional es el XVI.
LA NUMEROLOGÍA TAMBIÉN OPINA
Para los numerólogos, el número 16 (XVI) de la Torre hace referencia directa al número 7 (1+6=7) relacionado con el poder de Dios, por estar a su vez conformado por número 4 que apunta a la Tierra y el número 3 que simboliza la trinidad, la perfección de Dios, así que el 7 es la conexión entre Dios y la Tierra.
No obstante, para los menos optimistas, el número 16 en cambio es nefasto, y su presencia incluye rupturas, muertes y grandes cambios.
En este sentido, algunos se cuestionan la propia fecha de los eventos, tanto de la renuncia del Papa como la caída del rayo: 11 de febrero de 2013.
Según la numerología el número 11, al estar conformado por dos 1, que es el número de Dios, de la divinidad, representaría también una especie de espejo, entre lo terrenal y lo divino, al igual que el significado del 16, teniendo para un mismo evento dos señales, la fecha del evento y la carta del Tarot relacionada con el símbolo del rayo en la Torre, que estarían hablando de la unión entre lo Divino y lo terrena
Por su parte, también existe la creencia en que el 11 está relacionado directamente con fuerzas espirituales muy fuertes, y que en las fechas 11 se abren portales a otras dimensiones, que traen como consecuencia siempre sucesos inesperados, no del todo venturosos.
Los defensores de esta teoría que relacionan las fechas 11 con días fuertes de sucesos terribles, echan mano de la historia para sustentar su planteamiento.
En respaldo de su tesis recuerdan el 11 de septiembre de 1973, cuando fue bombardeado el Palacio de la Moneda en Chile durante el golpe a Salvador Allende; el 11 de septiembre de 2001, día en el que ocurrió el atentado a las Torres Gemelas en Nueva York; o el 11 de marzo de 2004, cuando tuvo lugar el atentado en el metro de Madrid, solo por citar algunos.
FECHA COINCIDE CON PROFECÍA DE MALAQUÍAS
Para otros, un poco más suspicaces, la elección de esta fecha por parte de Benedicto XVI así como la caída del rayo sobre la cúspide del Vaticano no es casualidad y estaría apuntando directamente a una profecía hecha por San Malaquías sobre la existencia de 112 papas.
Malaquías fue un arzobispo irlandés del siglo XII, que en una peregrinación a Roma a finales del año 1139 tuvo una visión sobre la existencia de 111 Papas antes de la llegada del último Pedro II, quien conduciría la Iglesia católica en los últimos días antes de la destrucción.
Estos 111 Papas se contarían a partir de Celestino II. Y los últimos serían reconocidos por las siguientes características, que según algunos se han cumplido literalmente y en orden en la sucesión de Papas de los últimos tiempos: Flos Florum, De medietate Lunae, De Labore Solis, Gloria Olivae y Petrus Romanus.
Según, los seguidores de profecías, Benedicto XVI sería el Papa Gloria Olivae, en español Gloria del Olivo, es decir el Papa 111, el antecesor del último Papa, por provenir de la orden de los Benedictinos, conocidos también como la orden Oliventa.
En este sentido, la llegada del Papa 112, estaría siendo anunciada por la fecha en que Benedicto XVI, Papa 111 a la luz de esta profecía, anunciara su renuncia y un rayo cayera sobre la Cúpula de San Pedro: 11/2 = 112.
No obstante, los detractores de esta teoría afirman que aunque Malaquías fue un arzobispo que vivió en el siglo XIV, es hasta el siglo XVI que son publicadas sus profecías, por lo cual algunos dudan de su real autoría.
¿CASUALIDAD O MENSAJE DIVINO?
En el terreno de los hechos, ese día destaca una coincidencia que para algunos va un poco más allá de la casualidad. Al declarar sobre la reacción de la Iglesia ante el anuncio de Benedicto XVI sobre su renuncia, el decano del colegio cardenalicio Angelo Sodano habría dicho: «Fue como un rayo caído a cielo abierto».
Horas más tarde, después del anuncio, Roma y el estado de Vaticano serían el escenario de una tormenta eléctrica, considerada por algunos –según reportó en esa fecha el diario La Nación- de dimensiones “casi bíblicas”, que llevarían a la materialización de las palabras de Sodano cuando un rayo cruzara el cielo abierto para estrellarse contra la sede de la Iglesia católica.
Horas más tarde, Roma y el estado de Vaticano serían el escenario de una tormenta eléctrica, considerada por algunos –según reportó en esa fecha el diario La Nación- de dimensiones “casi bíblicas”, que llevarían a la materialización de las palabras de Sodano cuando un rayo cuzara el cielo abierto para estrellarse contra la sede de la Iglesia católica, constituyéndose para muchos como prueba absoluta de una señal Divina.
Sin embargo, científicos como Matthew Waldrum, de Omega Red Group, empresa encargada de medir los riesgos de rayos en edificaciones, afirma que no es un evento tan excepcional.
Según Waldrum, la altura, la ubicación y los materiales de los que están construidos la edificación hacen que las probabilidades de que la Sede vaticana sea impactada por un rayo durante una tormenta eléctrica son de 1 en 112, lo cual es bastante alto.
Una prueba de ello, según lo indicado por Waldrum es que la Basílica no sufrió daños, precisamente por lo bien protegida que está contra este tipo de eventos.
El debate sigue, sobre uno de los eventos más misteriosos e inquietante de los últimos siglos: La renuncia de un Papa y la caída de un rayo sobre la casa de San Pedro el mismo día del anuncio. Y lo que para algunos es simplemente una casualidad meteriológica, para otros en un indicio del final de los tiempos.
Fuente de imágenes: 1. theclinic.com; 2. mundolatino.org; 3. taringa.net; 4. beevoz.com; 5. culturageneral.net