El séquito de Ares: una mezcla de mentiras y sangre

El séquito de Ares: una mezcla de mentiras y sangre

En la entrada de hoy vamos hablar de los hijos de Eris, la diosa griega de la discordia, de quien hablamos en el artículo Eris y la Manzana de la Discordia – El pensante. Esta diosa dejó sembró un reino de caos gracias a sus hijos, los cuales se convirtieron en los acompañantes del dios de la guerra, Ares.

Hisminas, las causantes de las batallas callejeras

Las Hisminas eran los daimones o espiritus que personificaban las luchas o peleas, conocidas como como pugnas en la mitología romana. Eran las hijas de Gea, la personificación de la tierra y Éter, personificación de la luz y el brillo. Es importante señalar que el poeta Hesíodo nos cuenta otra versión, en la que pone a las Hisminas como hijas de Eris, diosa de la discordia, quien continuó con el legado destructivo de sus padres Nix, la noche y Caos, un dios primordial.

Estos espiritus se encuentran muy relacionadas con los Macas, de los cuales hablaremos más adelante: las Hisminas a diferencia de los Macas presidían las batallas callejeras o los enfrentamientos callejeros. En el arte cuentan con muy poca representación, pues son consideradas como abstracciones de las disputas cotidianas.

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Macas: Los daimones de las batallas

Eran la personificación de los enfrentamientos armados, por lo tanto, estaban al lado del dios Ares, acompañándolo en el fragor de la batalla. Las macas se dividen en distintos grupos: los Cidoimos, personificación del alboroto y la confusión, Homados; la representación del grito de guerra y choques de espadas.

Tenemos también a Proioxis, la personificación de la embestida y del ataque, su contraparte era Palioxis, la cual representaba la huida, y Alal, simbolizaba el grito de guerra. Dicen que esta última era hija de Pólemos, otro daimon que acompañaba a Ares. Por último está Alke, la personificación de la valentía del guerrero.

Neikea y Androctasias: agravios y matanzas

Las Neikea se contaban como espirtus malvados, hijos como podrán suponer de Eris, y simbolizaban todas las disputas, peleas y agravios que llevaran a situaciones peores como las que podrían causar las Androctasias, las culpables de las crueles matanzas en los campos de batallas.

Disnomia, la causa del desorden

Era el espirtu de la ilegalidad y del desorden civil, era compañera de Adikia (la injusticia), Ate la personificación de la ruina, y por último de Hibris: la violencia. Finalmente tenemos a Lete, a Limos y a Algos, el dolor.

Fuentes:

  1. https://es.wikipedia.org/wiki/Neikea
  2. https://lamitologiagriega.fandom.com/es/wiki/Keres

Imagen: lamitologiagriega.fandom.com

Bibliografía ►
El pensante.com (febrero 26, 2021). El séquito de Ares: una mezcla de mentiras y sangre. Recuperado de https://elpensante.com/el-sequito-de-ares-una-mezcla-de-mentiras-y-sangre/