Los límites de las energías renovables
Como todos sabemos, el uso excesivo de combustibles fósiles ha llevado a un incremento considerable los gases de efecto invernadero en nuestra atmósfera (en particular el dióxido de carbono). Esto significa que en la actualidad nos encontramos ante la necesidad de buscar alternativas a los combustibles fósiles que nos permitan obtener la energía que necesitamos sin seguir modificando los patrones climáticos mundiales.
La electricidad suele ser la primera solución que se viene la mente. Sabemos cómo manejarla, y tenemos en la actualidad una vasta infraestructura para su producción y distribución. Y si bien muchos países aún dependen de los combustibles fósiles para generar su electricidad (a partir de plantas a gas, carbón o diésel), muchos otros han ido buscando alternativas como la energía hidroeléctrica, la energía nuclear y más recientemente las energías solar y eólica.
De estas alternativas, de lejos las menos destructivas con los ecosistemas y menos peligrosas son la energía solar y la eólica. Pero el problema con estas fuentes es que, al contrario de las plantas nucleares o de las presas hidroeléctricas, no pueden producir energía por demanda. Esencialmente, producirán lo que el sol o el viento permitan y, en el caso de la energía fotovoltaica, sencillamente se apagarán en la noche.
Por esta razón, las energías solar y eólica (generalmente definidas como “energías renovables”) necesitan conseguir un método para almacenar su energía si han de convertirse en verdaderas alternativas que no sólo complementen, sino que sustituyan los actuales sistemas de generación de energía. Las baterías, por ahora, no son una opción: son demasiado costosas y harían que estos mecanismos se volvieran inviables en términos económicos. Hoy por hoy, la energía fotovoltaica es la más barata de producir de todas las que existen, pero sea sólo somos el costo de almacenarla se vuelve una de las más caras… y por ello es extremadamente importante encontrar formas de almacenarla más económicas.
Y una iniciativa aparecida en California, Estados Unidos, cree que encontró la solución… y que es tan simple como construir una gran torre de ladrillos.
Motores y generadores eléctricos
En caso de que no lo sepan, todo motor eléctrico funciona también como generador y viceversa. Que se le aplique energía paz y guerra en una dirección, pero sí se le aplica fuerza y se le obliga a girar, va a generar energía. Por esta razón los vehículos eléctricos pueden recuperar energía en el frenado y en los descensos.
Análogamente, una polea movida por un motor eléctrico podría levantar una roca gastando energía y recuperar casi la totalidad de esa energía dejando caer la roca.
Esencialmente, lo que propone la empresa estadounidense es la construcción de unas gran torre de ladrillos movida por una grúa que simplemente levantaría y apilaría ladrillos cuando haya un exceso energía y los dejaría caer cuando se requiera generar, como por ejemplo en la noche.
La grúa tendría un software que detectaría el exceso o ausencia de energía y permitiría un tiempo de reacción en el orden de los microsegundos. Esto significa que la iniciativa estaría en capacidad de funcionar como cualquier otra planta de energía, produciendo de acuerdo a los requerimientos de la región en la que se encuentre.
El proyecto que actualmente se encuentra desarrollando la empresa consiste en una gigantesca grúa que manejaría una torre de 35 pisos de ladrillos, cada uno pesando 35 toneladas. De acuerdo con los estimados de la compañía esto sería suficiente para generar 4 mW de potencia continua y una capacidad de almacenamiento de 35 mWh, o lo suficiente para una ciudad de unos 20 mil habitantes en una región promedio de América Latina.
Cuestionamientos al proyecto
El asunto es, no es la primera vez que se propone el almacenamiento de electricidad como energía potencial, y varias iniciativas en el pasado fracasaron pese a tener una idea muy semejante a la que actualmente tiene la empresa Energy Vault. En efecto, se encontraron con que almacenar energía así resultaba mucho más costoso de lo que creían y que el bamboleo y poca precisión de la grúa hacían que se perdiera mucho más del planeado 10%.
Así mismo, otras iniciativas que pensaban en soluciones igualmente simples, como una locomotora andando por una colina o el bombeo de aire a presión en un contenedor, no han conseguido ofrecer los precios bajos que prometieron, pues las logística en el manejo de los sistemas ha resultado más compleja del esperado.
Sin embargo, Energy Vault ya tiene un prototipo funcionando y suficiente dinero para realizar el primero de sus proyectos, contratado por la empresa Tata India (como podrán imaginar, queda en India) El concreto de sus grandes ladrillos provendrá de los desechos de la industria la construcción, desechos que normalmente generan costos considerables a estas empresas. Y el software de su grúa se beneficia de casi una década de conocimientos adquiridos en otras empresas fallidas. Hay que tener en cuenta que los precios bajos de la energía solar y la energía eólica son un fenómeno relativamente reciente, por lo que la necesidad de almacenamiento barato solo estado con nosotros por una década o poco menos.
Está por verse si la empresa es capaz de cumplir sus objetivos y, sobre todo, si es capaz de superar los precios cada vez más bajos del almacenamiento en baterías de litio, tecnología que podría ser una alternativa realista en menos de una década.
Fuentes:
- https://www.greentechmedia.com/articles/read/energy-vault-stacks-concrete-blocks-to-store-energy#gs.47bwf0Y
- https://www.fastcompany.com/90261233/can-these-35-ton-bricks-solve-renewable-energys-biggest-problem
Imágenes: 1: energy-storage.news, 2: newatlas.com, 3: hydrogenfuelnews.com