Una guerra simulada
Hablar del exterminio de los indígenas americanos hace creer que nos referimos a cinco siglos atrás. La verdad es que a finales del siglo XIX se fulminó a grandes etnias indígenas al sur de la Patagonia. Este tema es interesante por lo poco conocido, la historia oficial chilena se encargó de borrar las masacres cometidas entre los nativos por más de cien años.
Las nuevas investigaciones han revelado cómo se hizo el exterminio. De manera pormenorizada se conocen más detalles de la eliminación de los tehuelches y onas, nativos mapuches defensores mortales de sus comunidades. Tristemente estas son sólo un par de las muchas tribus que fueron pasadas a cuchillo.
La idea inicial de refrendar el exterminio indígena fue legalizar la guerra total, que era un montón de estratagemas inventadas por Cornelio Saavedra en 1861, bajo el título “Plan de pacificación”, para hacer más legítimo Chile. Lo más notable fue la cantidad de sangre que empezó a derramarse en ese año por la táctica de “tierra arrasada” consistente en prenderle fuego a cada una de las poblaciones al paso de los ejércitos oficiales.
Junto con esta malévola estrategia militar, el general José Manuel Pinto invitó a sus soldados a masacrar niños, violar mujeres mapuches y por supuesto, robar animales, víveres y otros recursos de cada población. Los soldados felices porque estaban hartos de comer la dotación que era carne de res seca, no escatimaron en robar marranos y aves para saciar su apetito infinito.
La heroica resistencia
En Historia del pueblo mapuche s. XIX y XX, José Bengoa narra pormenorizadamente el fuego que nubló a los mapuches. Como todo permaneció oculto por muchos años, investigó los periódicos de la época para tener una visión de la época: El mercurio y El ferrocarril. De ahí conocemos más detalles de la historia.
Allí se contaba cómo los soldados chilenos enfrentaban un montón de comunidades que se defendían con palos y piedras, pues les era bien difícil conseguir armas. Por ejemplo, en la Araucanía los soldados no temían estampar a balazos a los indígenas, mientras estos intentaban defenderse con piedras del tamaño de una cabeza humana y pocas armas de fuego.
Además la fuerte artillería no tenía una comparación real con las flechas con las que se defendían los mapuches, quizá la fiereza y la falta de miedo a la hora de pelear hizo esta comunidad honorable por resistir. Sólo que por las armas modernas fue que desapareció la mayor parte de estos pueblos.
El fin de la guerra y una época desastrosa
La mayoría de los territorios mapuches se perdieron, las tribus maluches y abajinas se enfrentaron heroicamente hasta que una desapareció y la otra se venció a los pies del gobierno creyendo que este le iba a dar clemencia, pero el estado nunca da esas cosas. Fue cuestión de una década para que también desapareciera.
La pobreza entre estas tribus estuvo marcada por no tener animales como antes y tener que escabullirse en territorios boscosos o desérticos donde el frio era mortal. Las mujeres tenían menos hombres y además estaban deprimidas por las constantes violaciones sufridas por los infantes chilenos.
Sólo una cosa peor podía pasar. Nuevos terratenientes compraron las viejas tierras ancestrales para convertirlas en tierras de ganadería. Algunos venidos de España, Argentina y otros de la propia nación chilena construyeron haciendas gigantescas que con el tiempo se volverían la bala fulminante en el exterminio mapuche.
José Menéndez fue el primer asesino de indígenas. Gracias a este español terrateniente, las tribus fueron mermadas para robarles sus territorios y sus mujeres fueron ofertadas como esclavas en las haciendas trigueras del centro de la nación.
Fue en la década de los ochenta que se hizo mecanizada la desaparición de los indios. La pobreza del país y el poco peonaje disponible para arriar el ganado también hizo que se esclavizaran los mapuches. Ellos perdían el derecho a ganar dinero real y se les daba miserias con las que tenían que vivir hasta desaparecer.
Menéndez fue por muchos años el hombre más rico de Chile y un rey entre sus tierras, se sabe por los descendientes de sus asesinos mayordomos, cuantas tierras le sacó a las tribus eliminadas. El número de tierras asciende casi la misma Tierra de fuego.
Las terribles alianzas entre chilenos y argentinos
A finales del siglo XIX todas las tribus mapuches que conocemos desarrollaron transhumancia, un tipo de pastoreo que hacía que los nativos estuvieran en continuo movimiento. El uso del caballo desde que llegaron los primeros españoles hizo que los aborígenes cambiaran toda su estructura social y se la pasaran cambiando de territorio todo el tiempo, sin tener problema alguno para atravesar las fronteras políticas de los países del cono sur.
En la guerra y en las épocas de exterminio esto se hizo evidente para los que querían acabarlos. Los mapuches creían defenderse yendo con toda sus tribus a Argentina aunque allá los argentinos los atacaban, pues también deseaban exterminarlo. De esta forma se formó la alianza entre Chile- Argentina para acabar a los mapuches.
Ellos fueron arrinconados y exterminados hasta que en 1898 el presidente José Evaristo Uriburu creó reservas para los pocos mapuches que quedaron para contar la historia que ahora les trajimos.
Imágenes: 1: wikipedia.org, 2: terra.cl, 3: memoriachilena.cl