La conversión de noble a pirata
Desde Devonshire en Inglaterra, Francis Drake se criará en un entorno noble, donde su familia tenía suficiente dinero para dejarlo trabajar en la Marina Inglesa como oficial de la corte, junto a este mérito, logró conocer las prácticas marítimas de la armada y a pesar de que era buena, no vio muchas prácticas marinas que si hacían los piratas con sus rápidos barcos en el Caribe. Estuvo en muchas expediciones y pudo retener un odio feroz contra los españoles, la envidia de que este país se quedara con la riqueza del Nuevo Reino, hizo que se planteara buscar otra manera de enfrentarse a los españoles para robar sus caros tesoros.
Fue en estas circunstancias que conoció al capitán John Hawkins, él lo guiaría con fuerza por los límites de la legalidad y aconsejaría desunirse de la marina y hacer su propio ejército, pero no con soldados de la corona, sino con esos muertos de hambre que tenían barcos individuales y se enfrentaban contra los cañones de la Armada Invencible en el Caribe. Aquí cosechó la idea de enfrentarse contra los españoles en el Mar del Sur, el actual Océano Pacífico, pero para eso debía atacar el Caribe.
Asedios por el Caribe
Con la autorización de la reina Isabel I de Inglaterra, Drake se tomaría la inexpugnable Cartagena de Indias. La derrota fue total, convirtió el fuerte en un campo santo donde casi no dejaron soldados con vida, La costumbre de los soldados amaestrados de las islas eran macabras, cortaban la cara de sus enemigos para que dijeran donde estaba el oro y la plata de la Real Hacienda, muchos fueron quemados hasta morir mientras veían a sus esposas violadas por los sanguinarios piratas cuya única costumbre era el terror que provocaban en el Caribe.
Con esto, logró robar suficiente metálico como para llevar la patente de corso por el Atlántico. La reina feliz no se esperaba que los asedios hechos con los cañones piratas pudiese generar tanto oro, sólo con esa autorización Drake le había llenado de nuevo las arcas reales, vacías por las incesantes guerras que ella tenía con el rey español.
Pues también en su paso por Cartagena, aprovechó para meterse en Nombre de Dios y Panamá. Descubrió que el material plateado casi desconocido, era llevado a estas ciudades por el Pacífico. Por ello caminó con rumbo al plan cosechado por años: Aventurarse hacia el desconocido mar del sur.
La expedición hacia el Mar del Sur
Desde 1577 los barcos de Drake zarparon para tierras del sur. Tenían que pasar por las costas rioplatenses y allí fue posible el hallazgo de algún dineral, pero la mayor parte del tiempo fue entre mareas mientras bajaban hacia la Antártida. Pasar La Tierra de Fuego fue muy complicado, las flechas mapuches destrozaban la madera de la proa y alguna santa maría voló en pedazos uno de los barcos del Capitan Drake.
Por meses los españoles no sabían de este pirata, cosa que los alarmaba, pero en Perú la vida seguía relajada y de Lima sacaban suficientes provisiones para los barcos con los reales del Rey de España hacia las ciudades centroamericanas.
Inesperadamente se encontraron con una caravana que se notaba su alta estancia en el Mar, aparecieron por el horizonte y no dio casi tiempo de organizar una defensa sólida para defender las costas de los forajidos. La batalla no duró tanto, pero se vio la potente fiereza del Capitan Drake y sus hombres. Se quedaron con toda plata que encontraron y desocuparon algunos barcos para llevarle plata a la reina.
Luego de esto, creyeron que ir hacia el norte les daría una ruta más cercana hacia Inglaterra, cosa falsa que entendieron mucho después, así que atravesaron todo el Pacífico.
Vale aclarar que él es el primer pirata y uno de los primeros hombres en atravesar el globo. Como ya no podía volver por mares argentinos, por la organización de la flota española, se fue por mar abierto hacia las Islas Polinesias.
Todo lo que encontró por estas islas era sorprendente y temible, como antiguas profecías, animales extraños, personas de tribus con nombres innombrables, etc. Drake se armaría de muchos de los nuevos hombres del Pacífico para tener suficientes hombres para darle una vuelta al mundo.
Las misteriosas leyendas de los habitantes ribereños de América
Cuando vuelve Drake y envía un enorme tesoro a la reina, ella agradecida con él lo sigue encomendando a actividades de esta índole contra los barcos españoles, transportistas de oro. Así sigue su vida el corsario hasta que termina muriendo.
Aunque esto es una creencia, pues algunos habitantes del Pacífico dicen que se fue hacer vida a los fuertes ingleses en Asia y desde allí llevaba barcos para atacar españoles. Los pescadores suelen tener miedo de encontrarse con armadas fantasmas que los ataque y robe, el miedo de los piratas fantasmas es muy usual en los territorios marítimos que tuvieron un gran acercamiento a estos ladrones históricos.
Fuente de imágenes: 1: upload.wikimedia.org, 2: pueblosoriginarios.com, 3: st-listas.20minutos.es