Quizás una de las frutas cítricas más apreciadas por los niños y ancianos, así también como por los adultos, sea la Mandarina, fruta esta que cautiva a su público con su frescor, dulzor y práctica forma de consumo, lo cual la ha llevado a ser altamente consumida, tanto sola, como en rectas maravillosas, que ocupan espacio de honor en los recetarios familiares alrededor del mundo.
Sin embargo, antes de exponer algunas de las tantas recetas dulces que pueden hacerse en base a la mandarina, se revisarán algunos aspectos sobre esta fruta de origen asiático, que se ha extendido por el planeta, impregnándolo con su dulce aroma y su exquisito sabor.
La mandarina
En este sentido, podrá comenzarse por decir que aun cuando se denomina de forma general con el nombre de Mandarina, en realidad bajo esta denominación existen diferentes especies de cítricos, como por ejemplo la Citrus unshiu, la Citrus reshni o la Citurs reticulata, entre otros híbridos, los cuales en su totalidad corresponden entonces a la clase de fruta denominada herperidios.
Con respecto a sus características, de forma general, las Mandarinas –conocidas también como mandarino- se caracteriza por contar con una cáscara externa, cuyos colores oscilan entre el verde, amarillo y naranja, y que se distingue por la facilidad con la que puede ser removida. En cuanto a su forma, esta puede ser descrita como redondeada y achatada en los polos.
Así mismo, su interior se caracteriza también por estar conformado por una serie de gajos, que guardan gran cantidad de jugos y semillas, y que tienen un distintivo color anaranjado. La mandarina es también descrita como una de las frutas más parecidas que existen a la naranja, pese a las diferencias de tamaño y de aroma, resultando la mandarina ganadora es este último aspecto.
Origen de la mandarina
Por otro lado, los expertos en Botánica han señalado igualmente que la Mandarina debe ser comprendida como una fruta originaria del continente asiático, específicamente de las zonas tropicales de este continente, de ahí que no es de extrañar que más allá de las fronteras continentales de la tierra que le sirvió de cuna, la Mandarina se haya adaptado tan bien en las distintas áreas del planeta, en las que encontró climas parecidos.
Así mismo, los historiadores han señalado que el nombre de la Mandarina puede estar estrechamente relacionado también con la propia Historia de china, pues al parecer esta denominación surge del color que usaban los mandarines, es decir, los antiguos gobernantes de la antigua China.
Por otro lado, los expertos también indican que la Mandarina reinó en el continente asiático, sobre todo en China e Indochina a lo largo de los siglos, y fue apenas en el siglo XIX que su cultivo y producción llegó a suelo europeo. Sin embargo, como muchas cosas, la Mandarina también tomó terreno y evolucionó en el siglo XX, produciéndose a partir de esta centuria en casi todas las regiones con climas tropicales, como por ejemplo España, México, Brasil, Venezuela, Colombia, Japón, Ecuador, entre otras naciones.
Propiedades de la mandarina
Además de su hermoso color y su delicioso sabor, la Mandarina es reconocida por los expertos en nutrición como una fuente importante de elementos nutricionales y alimenticios, entre los que se encuentra, por ejemplo ser una fruta en la que se pueden encontrar grandes cantidades de Carbohidratos, Azúcares, Fibra alimenticia, Grasas saturadas, Grasas trans, Grasas poliinsaturadas y Grasas monoinsaturadas.
De igual forma, de acuerdo a lo que han señalado los expertos, en las Mandarinas pueden encontrarse también elementos nutricionales como Proteínas, Agua, así como otras vitaminas como por ejemplo la vitamina A, B1, B2, B3, B6. B9, B12, C, D, E y K. Además, en la Mandarina podrán encontrarse también una serie de minerales, vitales para el buen funcionamiento del cuerpo humano, como lo son por ejemplo el Hierro, el Calcio, Magnesio, Fósforo, Potasio, Sodio y Zinc.
Sin embargo, esta gran cantidad de nutrientes no sólo cumplen funciones alimenticias, sino que son los responsables de que esta fruta de origen asiático cuente con importantes propiedades medicinales, entre las que se encuentran por ejemplo propiciar la regeneración de tejidos, evitar la espina bífida, incentivar las operaciones cognitivas, contribuir a un sistema inmunológico fortalecido, ser cardioprotectora, entre otras.
Recetas dulces a base de mandarinas
No obstante, no es precisamente esta lista de nutrientes o de propiedades medicinales las que convierten a la Mandarina en el alimento preferido de millones de paladares en el mundo, sino su delicioso y dulce sabor, atributos estos que han hecho que la Mandarina, además de ser producida y consumida en el mundo entusiastamente, se haya convertido igualmente en el ingrediente estrella de numerosos postres. A continuación, algunos de ellos:
Dulce de mandarinas
Ideal para untar, usar como acompañante de helados o ponques, o para comerlo solo, el Dulce de mandarina constituye un postre bastante práctico y deliciosos, para aquellos que aman los frutos cítricos, y en especial el delicioso sabor de las mandarinas.
Para prepararlo será necesario tener a disposición los siguientes ingredientes: dos (2) libras de mandarinas / una (1) libra de azúcar / agua / un cuarto ( ¼ ) de taza de jugo de limón. Una vez se tenga todo a disposición, se comenzará entonces por lavar muy bien las mandarinas, para posteriormente pelarlas. Se deberá reservar la cáscara de tres mandarinas.
Así mismo, se tomarán las frutas ya peladas, y se procederá igualmente a desgajar la mandarina y quitarle las hilachas blancas y las semillas, pues estos dos productos amargan mucho la preparación, la ideas es conseguir la pulpa de la fruta. Hecho esto, se procede también a cortar en tiritas largas y delgadas la cáscara de las tres mandarinas, que se había reservado.
Se toma entonces una olla. En ella se colocarán las cáscaras, la pulpa de mandarina, el azúcar, el jugo de limón y el agua, hasta cubrir por completo la fruta. Se lleva entonces al fuego, y se deja hervir hasta que comience a cristalizarse. De acuerdo a distintas fuentes, la forma idónea de saber si el dulce está en su punto es agregar un poquito de este en un plato de cerámica, si no se rueda, sino que se mantiene, entonces el dulce está listo, y puede apagarse. Se lleva a recipientes de vidrio, y luego de que se torna a temperatura ambiente, se congela.
Torta de mandarina
Así mismo, el delicioso aroma y sabor de la Mandarina puede ser aprovechado para preparar un delicioso ponqué, para saborear en las tardes con una rica taza de té o de café. Para preparar esta receta, se necesitarán los siguientes elementos: dos (2) tazas de harina leudante / tres (3) mandarinas medianas / tres (3) huevos / cuatro (4) cucharadas de mantequilla / tres cuartos ( ¾ ) de taza de azúcar / media ( ½) taza de jugo de mandarina, que debe haberse preparado con la precaución de sacar las semillas / ralladura de mandarina.
Con todos los ingredientes a disposición, se comenzará entonces por lavar y pelar las mandarinas. Así mismo, una vez estén preparadas, se llevan entonces a la licuadora, junto a los huevos, la mantequilla y el azúcar, procesándose hasta que se obtenga una preparación homogénea.
Se toma esta masa preparada, y se llevan a un recipiente hondo. Acto seguido, se agrega la harina, la cual se va incorporando con la ayuda de una paleta y de movimientos envolventes. Así mismo, se agrega el jugo de mandarina, el cual ayudará a que la masa se torne mucho más ligera. Por otro lado, en este punto también se podría agregar –si se quisiera- frutas confitadas.
Por último, se coloca en un molde, previamente enmantecado y enharinado, y se lleva al horno por unos veinte minutos, a una temperatura de 180 grados. Al estar listo, se espera que se enfríe antes de desmoldar, puede acompañarse con helado o con dulce de leche.
Flan de mandarina
Otra de las increíbles opciones que existen en base a los dulces con mandarina es este delicioso flan, que se convierte en un postre fresco e ideal, para cerrar con broche de oro un almuerzo o una cena.
Para prepararlo, será necesario tener a disposición algunos de los siguientes ingredientes: tres (3) tazas de azúcar / una (1) taza de agua / medio ( ½ ) litro de jugo de mandarina / media ( ½ ) taza de almidón de maíz / cuatro (4) yemas / cuatro (4) huevos.
Se comenzará entonces por preparar el caramelo. Para esto se tomará una de las tres tazas de azúcar, y se colocará en el recipiente donde se preparará el flan. Se colocará una cucharada de agua, y se esperará a que el azúcar comience a caramelizarse. Cuando haya conseguido la textura de caramelo, se deberá embadurnar todo el recipiente.
Por otro lado, se deberá preparar entonces la masa del flan. Para esto se colocan en un recipiente hondo, el azúcar, la fécula de maíz y las yemas, y se mezcla hasta obtener una preparación homogénea. Así mismo, se agregan los cuatro huevos, y se vuelve a mezclar hasta que los ingredientes se han incorporado por completo.
En ese punto, se agrega entonces el jugo de mandarinas, se incorpora por completo, y se lleva la mezcla al molde que se ha caramelizado. Se cocina a baño maría hasta que haya tomado consistencia dura, lo cual se conseguirá al cabo de una hora. Se llevará la preparación a la nevera, y se desmoldará solo cuando esté frío.
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