El Pensante

Frases sobre la adversidad

Frases - noviembre 22, 2015

De acuerdo al Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua se puede definir la palabra “adversidad” como la situación o momento desgraciado por el cual transita alguien. En este sentido, en idioma Español, se puede usar la palabra adversidad como sinónimo de infortunio, revés o simple mala suerte.

Imagen 1. Frases sobre la adversidad

En esta ocasión quisimos reunir las frases sobre adversidad, pronunciadas o escritas por los más grandes intelectuales, escritores y artistas de todos los tiempos, a fin de poder tener una idea de cómo han percibido a lo largo de generaciones esta situación. A continuación algunas de las frases más destacadas sobre la Adversidad:

Séneca

No hay nadie menos afortunado que el hombre a quien la adversidad olvida, pues no tiene oportunidad de ponerse a prueba. (Séneca)

En esta oración, este Filósofo latino quien vivió durante los años 2 a.C  hasta el 65 d.C, expresa el carácter formativo que tiene en la vida la adversidad. En este sentido, Séneca expone que los contratiempos o problemas no deben verse como mala suerte, sino como todo lo contrario, pues son la oportunidad en la que el individuo puede probar, al tiempo de descubrir de qué está hecho, es decir cuáles son sus cualidades y fortalezas, así como sus debilidades. Por esto un individuo que no presenta problemas en su vida, difícilmente –a diferencia del sentir popular- puede considerarse afortunado, pues los errores y adversidades no le darán la experiencia necesaria para acumular sabiduría.

Rainer María Rilke

Convierte tu muro en un peldaño. (Rainer María Rilke)

Por su parte, este autor austíaco de principios del siglo XX, expresa en una frase bastante metafórica lo que el individuo puede hacer para convertir los reveses en oportunidades. De esta forma Rilke expresa que una de las formas en que podemos dar solución a los muros o murallas contra los que chocamos, es escalarlos o subirlos, para convertirlos en peldaños que nos hagan ascender. Con el mismo sentido de oportunidad y educación, Rilke señala también en la adversidad, la ocasión perfecta para crecer en la vida.

Montesquieu

La adversidad es nuestra madre; la prosperidad sólo es nuestra madrastra. (Montesquieu)

Con el mismo sentido formativo que Séneca, este escritor del siglo XVIII, afirma que somos hijos de la adversidad. Probablemente, Montesquieu quiere decir que la vida está diseñada para formar al humano en base a la adversidad, pues es esta la que mayor experiencia aporta al individuo, quien tratando de sortearla, aprende cómo asumir la vida, al tiempo en que forma su carácter y se conoce así mismo. Igualmente, la intención de Montesquieu puede que esté relacionada con advertirle al ser humano a que no se acostumbre a momentos de felicidad y fortuna, pues esta es apenas una madrastra que vemos de vez en cuando, mientras que nuestra verdadera madre -con quien tenemos un lazo real y profundo- es la adversidad, la cual nos pare, nos educa y nos forma a lo largo de la vida.

Isócrates

Probamos el oro en el fuego, distinguimos a nuestros amigos en la adversidad. (Isócrates)

En otro orden de ideas, este orador ateniense quien vivió entre el 436 a.C y el 338 a.C, habla de la importancia de contar con buenos amigos durante los momentos adversos, así como el carácter revelador que tiene la adversidad para demostrarnos realmente con quien podemos contar. Así, tal como reza hoy en día la sabiduría popular, en su momento Isócrates, también comparó a los buenos amigos con el Oro, a quien el fuego de la adversidad somete a las más duras pruebas, y sin embargo continúan siendo oro y valiendo lo que él.

Fenelón

Los más insolentes en la prosperidad son en la adversidad los más temerosos. (Fénelon)

Así también, este escritor francés del siglo XVII, viene a recordar una situación bastante peculiar que ocurre con aquellos individuos llenos de ego y prepotencia, quienes durante los momentos de felicidad y éxito humillan y esparcen insolencia en su entorno, sin contar con que la vida da vueltas y nada es eterno, lo cual hace que cuando aparezcan los días donde la adversidad reina se conviertan en los seres más cobardes, pues –si nos basamos en el pensamiento de Fenelón- los insolentes sólo son valientes cuando tienen el viento a favor.

Manuel Machado

Fatigas, pero no tantas, que a fuerza de muchos golpes hasta el hierro se quebranta. (Manuel Machado)

Sin embargo, a diferencia de sus antecesores quienes alababan la adversidad, este poeta español contemporáneo, quien vivió entre el año 1874 y 1947, presenta una visión distinta, donde si bien acepta la necesidad de las fatigas y contratiempos en la vida, al mismo tiempo afirma que tampoco es bueno abusar de ellas, porque así como los golpes del herrero sirven para fortalecer el hierro, así mismo este –refiriéndose al espíritu humano- puede terminar por debilitarse y romperse. En este sentido podemos inferir de la frase de Machado la necesidad que tiene el corazón humano de beber de otras fuentes aparte del de la adversidad, el dolor o la tristeza, pues en ocasiones también es necesario nutrir nuestra alma con felicidad, alegría, satisfacción y otros sentimientos positivos, pues no sólo la adversidad tiene la capacidad de alimentar nuestro carácter. 

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