Tal vez lo mejor, previo a abordar algunas de las frases más destacadas que se han pronunciado en la historia del pensamiento sobre los animales, sea reflexionar un momento sobre cómo concibe a estos seres el hombre moderno.
Los animales
En este sentido, habría que empezar por decir que la Biología considera que los animales son aquellos seres vivos, que se caracterizan por su gran capacidad de movimiento, su posibilidad de reproducirse por medio de gestación embrionaria y no ser tan propensos a la metamorfosis, y que constituyen un reino biológico al cual pertenece el hombre.
Sin embargo, durante la Historia del pensamiento, el Humano siempre ha buscado diferenciarse de los animales, palabra esta que refiere precisamente al hecho del ser que tiene ánima, alma, es decir, del ser animado. Reflejo de este intento de distinción es la propia teoría creacionista en la que se basan las religiones cristianas, las cuales asumen que Dios creó a los animales y al hombre para que dominaran sobre ellos. También la Filosofía ve entre los animales y el humano el abismo del pensamiento, mientras que otras disciplinas como por ejemplo la Lingüística opina que la diferencia primordial entre unos y otros es la capacidad del Lenguaje.
En consecuencia, esta diferenciación no solo ha construido la identidad del humano como especie, sino que a la larga ha desarrollado que los animales sean vistos como seres distintos, de los que hay que cuidarse, o por el contrario de los que se puede tener algún beneficio, puesto que el hombre no solo se considerará distinto a ellos, sino como el punto más alto de la evolución, así como el fin último de la cadena alimenticia.
Frases sobre los animales
De esta manera, la supremacía del hombre ha conducido a excesos realmente crueles contra los animales, quienes día a día ven en el desarrollo del mundo industrializado un atentado contra su hábitat y los propios individuos que componen su especie. No obstante, lejos de señalar si estos seres deben ser usados para el trabajo o la alimentación, quizás el acento debe recaer mucho más en la forma en que estos animales son aprovechados para estos beneficios, es decir, si se hace de forma consciente, racional, equilibrada y piadosa, o si por el contrario se base en una industrialización de la explotación y la matanza sin ningún sentimiento de bondad.
Empero, este debate no solo pasa por un matiz ético sobre la forma adecuada en la que debe comportarse el hombre con seres más indefensos que él, sino que también considera la esencia álmica del animal, así como la real posición del hombre en el mundo, tanto como lo que dice de él determinados comportamientos. A continuación, algunas frases que sirven de reflejo a esta larga discusión sobre cómo son o deben ser concebidos los animales por el hombre:
Inmmanuel Kant (1724 – 1804) Si el hombre no debe ahogar sus sentimientos, tendrá entonces que practicar la amabilidad hacia los animales, ya que aquel que es cruel con los animales se vuelve tosco en su trato con los hombres. Se puede juzgar el corazón de un hombre por su trato a los animales.
Si el hombre no debe ahogar sus sentimientos, tendrá entonces que practicar la amabilidad hacia los animales, ya que aquel que es cruel con los animales se vuelve tosco en su trato con los hombres. Se puede juzgar el corazón de un hombre por su trato a los animales.
Un ejemplo de cómo los filósofos más célebres han hablado de la importancia de ser ecuánimes con respecto al trato hacia los animales es esta frase del filósofo prusiano Immanuel Kant, para quien en la manera en que tiene un hombre de relacionarse con los animales se encuentra la semilla de su forma de conducirse con sus semejantes. En consecuencia, a la luz el pensamiento de Kant, quien trata mal a los animales, no podrá tratar bien a los hombres, pues esto es reflejo de la naturaleza de su corazón.
Sigrid Undset (1882 – 1949) Algunos aman las flores y los animales porque son incapaces de entenderse con sus semejantes.
Algunos aman las flores y los animales porque son incapaces de entenderse con sus semejantes.
Sin embargo, no todos los pensadores han visto en el buen trato del humano hacia los animales síntomas tan solo de un buen corazón. En este sentido, resulta conveniente traer a capítulo por ejemplo la frase de la escritora noruega y premio Nobel de Literatura, Sigris Undset, para quien el amor que un individuo hacia los animales puede significar también la elección de amar a estos seres, ante su imposibilidad de establecer nexos genuinos y fuertes con sus semejantes. Es decir, amar a los animales –y también a las plantas- puede ser la válvula de escape a la soledad y la incapacidad humana de sentirse parte de esta gran manada.
Víctor Hugo (1802 – 1885) Los animales son de dios. La bestialidad es humana.
Los animales son de dios. La bestialidad es humana.
En otro orden de ideas, también destacan aquellos pensadores que han colocado el acento en las características que los humanos suelen atribuir a los animales, a fin de lanzar interrogantes sobre si estas son solo reflejo de las propias características, o si en realidad se pueden considerar como rasgos de estos seres.
Un ejemplo de ello lo constituye esta frase del escritor y político francés, Víctor Hugo, quien centra su atención en la supuesta “bestialidad” que rige en los animales, diciendo de forma tajante que los animales en realidad son seres creados por Dios, y que responden a principios naturales y equilibrados, mientras el único capaz de ejercer la bestialidad, por ser inherente a él, es el Humano.
Arthur Schopenhauer (1788 – 1860) El hombre ha hecho de la Tierra un infierno para los animales.
El hombre ha hecho de la Tierra un infierno para los animales.
Así también, se encuentran aquellos pensadores que han buscado llamar la atención sobre la forma despiadada en que la humanidad se ha comportado hacia los animales, seres que en ocasiones son cosificados y tratados como si estuvieran desprovistos de sentimientos o capacidad de dolor.
Entre algunas de las frases que se pueden usar como ejemplo, se encuentra esta sencilla y concreta sentencia del filósofo y escritor prusiano Arthur Schopenhauer, quien sin temor a dudas afirma que el ser humano se ha convertido en juez y verdugo para los animales, convirtiendo la tierra en donde estos deberían vivir libres y propios a su naturaleza, en un verdadero infierno, lugar horrible en donde –especulando sobre la frase de este filósofo- son cazados, torturados, explotados, maltratados, abandonados y asesinados sin que haya la menor gota de piedad.
Albert Schweitzer (1875 – 1965) Debemos luchar contra el espíritu inconsciente de crueldad con que tratamos a los animales. Los animales sufren tanto como nosotros. La verdadera humanidad no nos permite imponer tal sufrimiento en ellos. Es nuestro deber hacer que el mundo entero lo reconozca. Hasta que extendamos nuestro círculo de compasión a todos los seres vivos, la humanidad no hallará la paz.
Debemos luchar contra el espíritu inconsciente de crueldad con que tratamos a los animales. Los animales sufren tanto como nosotros. La verdadera humanidad no nos permite imponer tal sufrimiento en ellos. Es nuestro deber hacer que el mundo entero lo reconozca. Hasta que extendamos nuestro círculo de compasión a todos los seres vivos, la humanidad no hallará la paz.
Por último, hay quienes también han visto en el trato cruel que da la mayoría de la sociedad a los animales, no solo un síntoma del estado del alma humana sino la propia condena a su destino. En este orden de ideas, se puede citar esta frase del médico y filósofo alemán, del siglo XIX, Albert Schweitzer, para quien la Paz no es solo un estado que se alcanza en la medida en que el hombre selle un pacto de tolerancia y acuerdo con sus semejantes, sino que forma parte de las consecuencias positivas que tendrá el hombre cuando entienda que su compasión también debe abarcar a los animales. Por ende, no habrá paz para la Humanidad, hasta que esta en realidad no se encuentre en paz con todos los seres vivos en el planeta.
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