Definición del Aparato Locomotor
En el ámbito de la Anatomía, es conocido con el nombre de Aparato Locomotor al macro-sistema conformado por el sistema óseo, el sistema muscular y el sistema nervioso, el cual interviene específicamente en la capacidad de sostén, movimiento y desplazamiento de los seres vivos vertebrados, específicamente en el de los humanos.
Conocido también como Sistema Músculo Esquelético, este aparato anatómico está conformado por cientos de estructuras, que básicamente funcionan como una gran todo, el cual permite que el ser vivo logre interactuar de manera eficiente con su ambiente, así como desplazarse a través de él. Sin embargo, los anatomistas han señalado que aun cuando este Aparato no es autónomo, pues constituye un conjunto de sistemas interdependientes, sí dota al individuo o ser de autonomía, independencia y de la posibilidad de relacionarse con su entorno.
Partes del Aparato Locomotor
Igualmente, los anatomistas han convenido en la importancia de reparar brevemente en cada uno de los sistemas o elementos que conforman el Aparato Locomotor. En tal sentido, resulta pertinente entonces revisar el concepto y estructura de cada uno de ellos. A continuación, las partes de este Aparato anatómico vital para el desplazamiento:
Sistema Óseo
Conformado por los huesos, articulaciones y cartílagos del cuerpo, este sistema constituye también la parte pasiva del Aparato Locomotor. En este sentido, los huesos pueden definirse como los tejidos duros y firmes del esqueleto. Mientras que también contiene tejidos blandos, conformados por los distintos tejidos de la médula ósea. Los huesos, a su vez, cuentan con la propiedad de responder a distintas formas y tamaños. Su principal función es proporcionar sustento al cuerpo de los vertebrados, conformando el esqueleto de estos. Igualmente, sirven de protección y soporte a los órganos pasivos del cuerpo.
Por su parte, las articulaciones constituyen los puntos de contacto que suceden entre dos huesos. Sin embargo, existen distintos tipos de articulaciones, clasificadas según el tipo de tejido que permite la unión, en cuyo caso se diferencian entre articulaciones de tipo cartilaginosas, diartrodias, fibrosas y sinoviales. Su principal función es permitir el movimiento articulado de los huesos, al tiempo que les sirven de amortiguador de impactos, debido al desplazamiento o movimientos.
Sistema Muscular
Igualmente, el Aparato Locomotor incluye en su conformación el Sistema o Aparato Muscular, el cual permite, a través de movimientos de contracción y extensión, el movimiento del cuerpo de los animales y seres vertebrados. Se encuentran además alrededor de los huesos, por lo que al moverse activan también el movimiento del hueso, haciendo entonces que la extremidad, parte o cuerpo en general se desplaza como una unidad, hacia la dirección que el cerebro indique.
Sistema Nervioso
Así mismo, el Sistema Nervioso constituye parte importante del Aparato Locomotor. Se encuentra a su vez constituido por los nervios y el cerebro. En cuanto a las funciones de desplazamiento y sostén del cuerpo de los vertebrados, cada uno de estos elementos cuenta con una función específica también. Por ejemplo, los nervios serán los encargados de llevar y traer información de las distintas partes del cuerpo hacia el cerebro y viceversa. Por su parte, el cerebro es la maquina central del cuerpo, donde se procesa toda la información recibida por los sentidos y comunicada a través de los nervios, sobre lo cual toma una decisión, enviando también por los nervios la respuesta, la cual se traduce en acciones o movimientos específicos.
Funciones del Aparato Locomotor
Una vez vistas brevemente sus estructuras e interdependencias, se podría decir que las funciones de este macro aparato anatómico, integrado por los sistemas óseo, muscular y nervioso, es la de principalmente servir de sostén al cuerpo, permitiéndole erigirse y sostenerse. En este sentido, los huesos y músculo también brindan cavidades, protección, lugar y sostén a los órganos internos. Así mismo, el Aparato Locomotor permite que el animal invertebrado articule y decida movimientos específicos, de acuerdo a sus necesidades básicas, como alcanzar algún objeto que necesite, rechazar algún peligro, moverse ante una amenaza, cambiar de posición, etc.
Finalmente, el Aparato Locomotor permite otra actividad vital para cualquier ser invertebrado: desplazarse, bien sea para explorar un terreno, cazar o atrapar el alimento o escapar rápidamente de una amenaza. De esta manera, las funciones del Aparato Locomotor están estrechamente relacionadas con la capacidad de supervivencia de los animales vertebrados, al permitirles desarrollar las actividades inherentes a su subsistencia, como por ejemplo reconocer su territorio, subir a ciertas formaciones, para escapar de una inundación o tener mejor visual del terreno, alcanzar los alimentos a recolectar, ser capaz de poder perseguir y atrapar el alimento, poder subir a árboles, escavar u otra actividad relacionada con hacerse una vivienda o refugio, y tal vez el más importante de todos: contar con la habilidad, destreza, anatomía y rapidez para poder escapar de un peligro.
En cuanto a las funciones de sostén y albergue de órganos, estas funciones también están relacionados a la supervivencia, puesto que la anatomía hace que ciertos órganos blandos, pero vitales para la vida, como los pulmones, corazón, intestinos, entre otros, se encuentran contenidos por un armazón óseo y muscular, que los protege a la hora de un ataque desde el exterior.
Imagen: pixabay.com