Inglaterra
Inglaterra era, a finales del primer milenio, una región eminentemente rural bajo el dominio de un puñado de señores feudales que disponían a su antojo de los recursos del territorio. Algunos de estos señores – como Leofric, esposo de Lady Godiva – eran opresivos y abusaban de aquellos bajo su jurisdicción. Otros – como Lady Godiva – eran más compasivos y buscaban ante todo el bienestar de su gente.
Y así, un conflicto latente comenzó a surgir entre Lady Godiva y su esposo. O al menos, esto es lo que cuenta la leyenda.
La Leyenda de Lady Godiva
Cuenta la historia que Lord Leofric era un gobernante duro y un tanto ventajoso que buscaba obtener el mayor beneficio posible de sus siervos. Siempre atento a las posibilidades de hacerse con nuevos territorios, el noble había impuesto una pesada carga tributaria para financiar sus aventuras y un extravagante estilo de vida.
Su mujer, tal parece, no estaba de acuerdo con su actitud. Era una noble peculiar, atenta a la vida de sus súbditos y reconocida por sus constantes donaciones y regalos a los miembros más vulnerables de la población. La actitud de su esposo le desagradaba en extremo.
Los consejos y peticiones pronto trocaron en órdenes y exigencias. Lady Godiva se ganaba palmo a palmo el corazón de la gente y pronto estaba claro que la situación de Leofric era insostenible si ella se marchaba. Su esposo, con la intención de terminar de una vez por todas sus peticiones, accedió: bajaría los impuestos… si ella cabalgaba desnuda por todo el pueblo.
Leofric, como es lógico, no esperaba que su esposa accediera. Sin embargo, no contaba con su voluntad de defender a los más necesitados y su confianza en sus seguidores. Tras hacerlo jurar que cumpliría su palabra, Lady Godiva lanzó un edicto en el que solicitaba a todos los habitantes de la región el mantenerse un día dentro de sus hogares, con las cortinas cerradas y sin mirar al exterior por ninguna circunstancia.
Y la gente, que creía en ella, cumplió su solicitud.
Una tarde a finales del verano Lady Godiva, cumpliendo su promesa, salió a cabalgar completamente desnuda, cubierta por nada más que su larguísima cabellera. La gente, respetuosa, no miró… excepto por un hombre llamado Tom que hizo un agujero en su puerta para poder observar. De acuerdo con el relato, Dios lo dejó ciego como castigo.
Y como nota al margen, la expresión inglesa Peeping Tom (algo así como un mirón) parece provenir de esta leyenda.
Lady Godiva histórica
Existen abundantes referencias históricas de este personaje, que en efecto era reconocido por su preocupación por los pobres y sus abundantes donaciones a la Iglesia, que permitieron ayudar a muchos desheredados en aquellos tiempos, duros para los necesitados.
Sin embargo, aunque Lady Godiva vivió entre los años 968 y 1057, el relato de su cabalgata desnuda no aparece sino hacia mediados de los 1300’s. Por esta razón, la mayor parte de los historiadores consideran que la leyenda no es más que eso – una mera leyenda – y que la cabalgata desnuda nunca ocurrió.
Otras teorías le apuntan a vínculos de la leyenda con rituales paganos que en aquel periodo estaban siendo progresivamente eliminados por la religión católica. Según esta teoría, Lady Godiva sencillamente habría usado esto como una excusa para cumplir un ritual dedicado a la Diosa de la fertilidad y su esposo habría orquestado todo el engaño.
Por ahora, no podemos saberlo. Sin embargo, son muchos los que creen que la Leyenda de Lady Godiva es tan legítima como su bondad y su devoción.
Imágenes: wikipedia.org