Leyenda de Anahí
La siguiente historia nos narra el origen de la flor nacional de Argentina, la flor de Ceibo, también conocida como seibo, seíbo o bucaré. Se puede encontrar en un árbol de pequeño porte de 5 a 8 metros, aunque los hay hasta de 10 m de altura, como los ceibos de las provincias de Salta, Jujuy y Tucumán en Argentina, pero la historia fantástica que oculta la belleza de la planta es conmovedora.
Dicen que cerca de las riberas del Paraná, vivía una indiecita llamada Anahí: la niña contaba con una voz prodigiosa que usaba para deleitar a la gente de su comunidad guaraní y sus melodías eran dedicadas e inspiradas a los dioses y el amor a la tierra. Un día los invasores llegaron a sus territorios: la paz que un día se había conocido quedó como un recuerdo lejano y los conquistadores acabaron con todo. Gran parte de la comunidad fue apresada, incluida Anahí.
En prisión
Pasó el tiempo: todos vivían en la penumbra sin saber que sería de su destino, el hambre y la miseria reinaba a su paso y cada uno de los guaraní se sentía desolado: la vida detrás de los barrotes cuando no has cometido ningún crimen es atroz. Pero un día, el sueño venció al centinela que vigilaba a los cautivos, entre esos Anahí, y la chica aprovechó su oportunidad para huir. El vigilante la persiguió y lucharon, y ella para derrotarlo terminó hundiendo un puñal en su pecho y escapó.
El grito del herido despertó a los demás españoles, quienes salieron detrás de Anahí para capturarla: al poco tiempo dieron con ella y la condenaron a morir en la hoguera. La ataron a un árbol e iniciaron el fuego, Anahí se mostró lo más valiente que pudo trató de callar su dolor, la joven para menguar su pena comenzó a cantar y cuando el fuego terminó por consumirse, encontraron un manojo de flores rojas, hoy la flor ceibo, el símbolo de la valentía de Anahí.
Fuentes:
- https://ecolo.cancilleria.gob.ar/es/content/flor-nacional-el-ceibo
Imagen: planetavivo.cienradios.com