Para entrar a la sociedad, el ritual de iniciación era bastante particular: el aspirante debía ponerse un collar de perro, arañar la puerta como si estuviera solicitando entrar y luego de ser recibido por los demás miembros (quienes ladrarían para darle la bienvenida), el novicio se acercaría para besarle el trasero a un pug de porcelana. Entonces el gran Maestre le quitaría la venda de sus ojos y pondría sobre sus manos una espada y un espejo.

Todos los miembros pertenecientes a la orden llevaban un colgante de plata con forma canina, símbolo de lealtad, honradez y firmeza. Gran parte de sus integrantes eran hombres católicos, aunque también se daba la bienvenida a las mujeres, ellas podían aspirar alguna jefatura mas no al cargo de Gran Maestre.

Para 1745, los secretos quedaron expuestos en un libro publicado en Ámsterdam. En el manuscrito se daba a conocer el funcionamiento, rituales y protocolos. La organización quedó proscrita por toda Europa y se cree que desapareció, mientras que otros suponen que volvió al anonimato para evitar a los fisgones.

Se presume que eligieron esta raza en particular por estar tan relacionado estrechamente con las altas casas europeas.

Una mutación genética proveniente de oriente

Un estudio dado a conocer por Current Biology, comprobó que debido a la mutación del gen SMOC2, la cara de estos caninos se desarrolla de manera plana. A largo plazo esto les ocasiona problemas respiratorios.

El posible origen de esta raza canina se remonta a más de 2000 años, en el Antiguo Imperio Chino. Gracias a los múltiples cruces entre canes surgió el pug, un perro que fue considerado como un regalo fino que era obsequiado a los nobles y apreciado como tesoro por los extranjeros.

Se cree que su nombre hace alusión al tamaño y forma de su cabeza, como si fuera un pequeño puño arrugado o también a su carácter juguetón. Finalmente, fue gracias a los comerciantes holandeses del siglo XVI, que la raza de Pug se extendió por toda Europa.

El favoritismo de la realeza y los políticos por los pug

Se pueden encontrar infinidad de anécdotas e historias con algunos retratos añadidos de cómo el pug se convirtió en el tipo de mascota preferida por algunos personajes famosos. Josefina, la primera esposa de Napoleón Bonaparte tuvo un pug llamado Fortuna, se cuenta que durante su encarcelamiento usaba el collar del canino para enviar mensajes ocultos, pues el perro era el único visitante que le era permitido.

También se cuenta que Winston Churchill, Ministro del Reino Unido durante la Segunda Guerra Mundial firmaba las cartas a su esposa Clementina siguiendo una tradición familiar colocando las patas de su pug junto a su firma. Por otro lado, la reina Victoria tuvo 6 pugs que la acompañaron a largo de su vida.

Otro dato curioso nos cuenta que el pug del rey William III, le dio la alerta a su amo de que los españoles se aproximaban, ocasionado con este hecho que esta raza de canes quedara atada a la casa de Orange.

Fuentes:

1. https://culturacolectiva.com/historia/orden-del-pug-sociedad-de-los-masones

Imágenes: 1. www.trespm.mx