La clamidia, la sífilis, entre otras tantas ETS, han ido en aumento en las últimas décadas y han prendido las alarmas de las autoridades de la salud mundial. Lo más grave de todo, es que ya no sólo se está lidiando con las conocidas, sino que ahora han surgido unas nuevas enfermedades venéreas que preocupan a los expertos. Veamos cuáles son:
Mycoplasma genitalium
Es uno de los organismos bacteriales de menores dimensiones de los que se tiene registro. Se ha posicionado como una de las ITS más peligrosas y letales. Se identificó desde finales de los 80’s y en el presente, se calcula que ataca al 2% de la población mundial, especialmente en gente joven.
El problema de esta peligrosa enfermedad, es que casi no presenta síntomas, pero cuando sí es el caso, se asemeja muchísimo a la clamidia, con una irritación terrible de la uretra y en las mujeres, en el cuello uterino.
Puede ocasionar una gran inflamación pélvica en la población femenina, atacando la fertilidad y ocasionando abortos espontáneos y toda una serie de problemas prenatales. La comunidad médica ha manifestado que hay una gran resistencia de la bacteria a los distintos tratamientos con fuertes antibióticos.
El director de uno de los programas más importantes de VIH del gobierno estadounidense, el doctor Matthew Golden, dijo al respecto:
“Mi preocupación sobre este microorganismo es que, a medida que se vuelva más resistente, será cada vez más prevalente”.
Linfogranuloma venéreo (LGV)
Es causal de una de las infecciones genitales más agresivas que existan. Comienza con la aparición de un grano o una especie de ampolla ulcerosa en la zona íntima y prosigue invadiendo todo el sistema linfático del organismo entero.
Cuando se desarrolla por el lado rectal, los síntomas se asemejan bastante a una situación crónica intestinal, del colon o del recto, como fisuras y dolorosas contracciones.
En los últimos 10 años, las estadísticas demuestran que los lugares más afectados por esta enfermedad, son los territorios europeos y norteamericanos. Se ha relacionado sobre todo con las personas que practican intimidad con el mismo género. Al contraer la infección, el riesgo de contraer VIH aumenta significativamente.
Neisseria meningitidis
Igualmente, se le reconoce con el nombre de “meningococo”, un peligroso mal que puede causar serias lesiones cerebrales y en la médula espinal. Se le tiene en la mira, porque está ocasionando un aumento de las infecciones urogenitales en diversos países.
Curiosamente, los científicos ya venían estudiando esta bacteria desde los años 70’s e incluso, se publicaron algunos estudios con chimpancés que contraían la infección uretral, sólo por ponerles el microorganismo en la boca. Desde la zona oral, pasando por la laringe y garganta se transporta al área genital.
Según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud, se estima que entre el 5% y el 10% de las personas en el mundo entero, son portadores de la Neisseria meningitidis, o en la nariz, o en la boca o garganta.
No obstante, aún no se tiene plena seguridad de los caminos de transmisión específicos que generalmente, atacan a la población LGTB en Europa y Norteamérica, pero todo indica que es a través de vía oral.
Las investigaciones han determinado que un brote que se expandió en el año 2015 por varias ciudades estadunidenses, la bacteria se combinó con el ADN del microorganismo llamado “gonorrhoeae”, causal de dicha venérea. Esa mutación desencadenó en un mayor número de infectados, pues fortaleció la enfermedad.
Afortunadamente, ya se cuentan con dos vacunas que pueden reducir a buen nivel, los terribles síntomas.
Shigella flexneri
Esta bacteria causa una infección denominada shigelosis, que se contagia al mantener algún tipo de contacto con las heces de humanos.
Los síntomas van desde espantosos dolores estomacales, sangrado fecal y diarrea explosiva crónica. Casualmente, también los primeros casos se documentaron desde la década de los 70’s, con el auge los movimientos LGTB.
Así lo creen los científicos, ya que tienen muy en cuenta la proliferación en todo el mundo, gracias a las modas hippies de la época, que iban acompañadas de toda clase de prácticas entre gente del mismo género, que tiende a ser de índole anal-oral, ofreciendo un nicho ideal para la trasmisión de esta ITS.
La promiscuidad es la primera causa señalada por varios médicos y también autoridades espirituales, quienes también han manifestado su gran preocupación.
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