Poseidón quedó prendado de la belleza de la princesa y se mezcló con el río Enipeo, dejándola embrazada. Ella enamorada correspondió a su atención echándose agua de mar en el regazo concibiendo a los gigantes y a la ninfa.

La rebelión de los gigantes y el dolor de la ninfa

Oto y Efialtes eran los dos gigantes, quienes se caracterizaban por tener un carácter volátil y ser demasiado agresivos. A eso hay que sumarle que desde su adolescencia ya medían los tres metros. Ambos hermanos, creyéndose invencibles, apuntaron sus objetivos a la conquista del Olimpo.

Se dice que los gigantes apilaron los montes Osa sobre el Pelión para el alcanzar el hogar de los dioses y que ellos tenían cierto interés amoroso en las diosas Hera y Artemisa. También se cuenta que lograron engañar al dios Ares y lo mantuvieron cautivo en una vasija de bronce durante trece meses, solo logró salir gracias a la ayuda de Hermes.

También persiguieron a la diosa Artemisa y esta para huir de sus acercamientos se transformó en una cierva y huyó saltando entre ellos. Para no dejarla escapar ambos hermanos arrojaron flechas que terminaron acertando en cada uno, matándose entre sí.

Plátano, siendo de carácter más dulce y bondadoso que sus hermanos, al enterarse del fallecimiento de ambos se metamorfosea en un árbol de plátano para dar calma a su pena.

En realidad, eran unos gigantes de buen corazón

Otras interpretaciones de los mitos nos muestran a unos gigantes que fundaron grandes civilizaciones y enseñaron al resto de la humanidad sobre cultura, específicamente en las ciudades de Naxos y la Beocia de Ascra. También se dice que fueron los primeros en establecer el sacrificio a las Musas en el monte Helicón.

Fuentes:

1. https://www.youtube.com/watch?v=KaP90YCu0PE

Imagen: http://mitosleyendascriaturas.blogspot.com