La princesa que se atrevió a engañar a un dios

La princesa que se atrevió a engañar a un dios

Corónide, Hija de Flegias

Ella era la princesa Coronis, también llamada Corónide era una noble, hija de Flegias rey de los lápitas quien estaba casado con Cleofema. Como suele ocurrir en estos relatos, conforme fue creciendo nuestra protagonista incursionó en territorios que le eran vedados llegando a convertirse en la amante de Apolo, dios con el cual concibe a Asclepio, el dios de la medicina.

Sin embargo, durante su embarazo la princesa se casó con un joven de arcadia llamado Isquis en la mayoría de versiones o Alcioneo en las minoritarias. La chica vivía con la preocupación que la deidad se aburriera de ella cuando se hiciera vieja, pero lo que no sabía Coronis era que su amante era celoso y había dejado un cuervo para que la vigilara.

Aves de malas noticias

El pájaro que -cuentan los mitos- en aquellos tiempos era de color blanco, se dio cuenta de la infidelidad de Coronis y la deidad castigo al mensajero por no haberle sacado los ojos a su rival, cambiando su plumaje de blanco a negro. De esta forma los cuervos se convirtieron en portadores de malos augurios.

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Otra versión nos cuenta que el dios se enteró del engaño a través de sus propios poderes proféticos, en cualquier caso, Apolo pidió ayuda a su hermana Artemisa, diosa de la caza, quien no dudó en acabar con la vida de Coronis en Larisa, junto con la de muchos otros vecinos del lugar que también cayeron bajo la lluvia de flechas de la diosa.

Según algunos poetas griegos, fue el propio Apolo quien mató a Coronis y a Isquis. Sea como fuere el cadáver de la princesa terminó en una pira funeraria para ser consumido por las llamas, pero el dios se habría arrepentido pensando en su hijo nonato y habría logrado extraer al bebé Asclepio del cuerpo de su madre a tiempo.

La princesa que se atrevió a engañar a un dios

Apolo entregó el bebé al centauro Quirón, para que lo criara y le enseñara el arte de la medicina y la caza, por su parte Flegias, el padre de la difunta, incendió el templo de Apolo en Delfos como un acto de venganza por la muerte de su hija. Así que, el dios acabó también con la vida del rey.

Otra versión del encuentro de los amantes

Una historia alternativa nos cuenta que Coronis acompañó a su padre en una expedición hasta el Peloponeso, concretamente en la ciudad de Epidauro. Allí sería donde Apolo se enamoró de ella y la sedujo, tiempo después la princesa daría a luz en el templo de dicho dios en Epidauro y abandonaría al recién nacido en el monte Titión, donde un cabrero llamado Arestanas lo encontraría y se lo entregaría de vuelta Apolo.

En el arte aparece representada como una bella joven embarazada, normalmente en el momento de su muerte hostigada por Apolo o Artemisa o en la pira funeraria. Cabe destacar que la joven fue colocada en el firmamento como la constelación de Corvus que en latín significa cuervo o corneja al igual que el nombre de coronis en griego antiguo.

Fuentes:

  1. https://es.wikipedia.org/wiki/Coronis

Imágenes: 1: nihilnovum.wordpress.com, 2: mitosleyendascriaturas.blogspot.com

Bibliografía ►
El pensante.com (julio 24, 2021). La princesa que se atrevió a engañar a un dios. Recuperado de https://elpensante.com/la-princesa-que-se-atrevio-a-enganar-a-un-dios/