En su Gramáticas, así como en su Diccionario, la Real Academia Española define el pronombre como la categoría gramatical que cumple las funciones de sustantivo, es decir que puede sustituirlo y cumplir sus funciones dentro de la oración.
En español existen varias clases de pronombres, que varían según la función que cumplen dentro de la oración. A continuación describiremos cada uno de ellos, al tiempo que ofreceremos ejemplos de cómo se ubican y funcionan dentro de la oración.
Pronombre adjetivo o demostrativo: categoría gramatical que sirve para señalar personas, animales u objetos, de acuerdo a su distancia temporal o física. Comparten forma con los adjetivos demostrativos (este, ese, aquel) solo que en la oración el pronombre demostrativo representa al objeto o persona mencionado, y ortográficamente se diferencian por medio de su acentuación. Un ejemplo de pronombre demostrativo sería:
El libro azul, aquél que vimos en la librería del centro
Los artículos deben ser escritos a diario, estos deben seguir el acontecer diario
La doctora es una eminencia, ésta es una de las mejores científicas del área
Pronombre indefinido: categoría gramatical que cumple la función de aludir a personas u objetos. Igualmente también expresa noción de cantidad: alguien, alguno, uno, nada. Un ejemplo de pronombre indefinido sería el siguiente:
Alguien debió haber estado aquí
Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde
Uno no debería salir de esa forma a esta hora
Pronombre interrogativo: pronombre que permite construir enunciados interrogativos. Estos son: quién, quiénes, cuánto, cuántos, cuál, cuáles. Un ejemplo de ellos sería:
¿Qué quieres que haga?
¿Quién vino a buscarte?
¿Cuál es su apellido?
¿Cuántas hermanas tiene Juan?
Pronombre personal: categoría gramatical que designa a la persona. Generalmente cumple las funciones de sujeto: yo, tú, él, nosotros, vosotros (aunque no se usa en el Español de América), ellos. Un ejemplo de oraciones hechos con este tipo de pronombre serían los siguientes:
Yo iría el próximo viernes encantada
Tú debes estudiar para el examen
Ellos estarán esperándonos en el museo
Pronombre posesivo: pronombre que denota la posición o pertenencia sobre una persona u objeto determinados: mío, suyo, nuestro. Un ejemplo de oraciones conformadas por este pronombre serían las siguientes:
La casa de Bogotá es mía
La mochila verde es suya
El planeta es nuestro, cuidémoslo
Pronombre relativo: categoría gramatical que cumple con la función de insertar la oración a la que pertenece a una “unidad superior”, teniendo también un antecedente expreso o implícito. Estos son: que, el que, los que, la que, las que, lo que, quien, quienes, el cual, los cuales, la cual, las cuales, lo cual, cuyo, cuyos, cuya, cuyas, donde. Un ejemplo de oraciones formadas con este tipo de pronombre serían las siguientes:
El chico que vino esta tarde es mi hermano
El que te presté el otro día
No estos, sino los que vinieron a buscarte el otro día
La que te pusiste para la fiesta
Las que mandaban allí eran mis tías
Lo que pasaba era que no recordaba nada
Javier Ramírez, quien hasta hoy fue jefe del departamento, fue ascendido
Los soldados Hernández y Padilla, quienes han demostrado valor, fueron condecorados
El cable del teléfono, el cual compré en oferta, aún está en servicio
Las casas verdes de la colina, las cuales fueron compradas por el abuelo, se revalorizaron
Los sacos azules, los cuales reposan colgados tras la puerta, son obligatorios en esta oficina
Por lo cual fue despedida
Armando Lozada, cuyo talento no ha sido del todo apreciado, es uno de los directores de teatro emergentes
Ambrosio Plaza, cuyos méritos fueron muchos, finalmente cuenta con su placa de agradecimiento
Mi papá, cuya vida no ha sido fácil, siempre mantuvo su mejor sonrisa
Mi primo Jaime, cuyas historias increíbles reposan en este libro, ha ganado la beca a mejor escritor
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