El Pensante

Preta: la leyenda del demonio de Oriente

Mitos y leyendas - octubre 2, 2015

Imagen 1. Preta: la leyenda del demonio de Oriente

Almas en pena

En la tradición occidental, en donde existe un cielo, un infierno y un purgatorio, es natural hablar de “almas en pena” que no abandonan este mundo sino que permanecen aquí quizás como una especie también de purgatorio, pues les quedan asuntos por solucionar o pecados por purgar. Sin embargo en la tradición mística oriental dichos espíritus no tienen tanto sentido (pues se supone que cada alma encuentra un nuevo cuerpo, o bien desaparece en el infinito junto con Brahma, con el todo, con el universo).

Sin embargo, una tradición muy parecida a la de las almas en pena se desarrolló entre los hinduistas y budistas de la India antigua y medieval. Se trata de los espíritus o demonios conocidos como Preta, muy parecidos en algunos aspectos pero muy diferentes en otros a los fantasmas y espantos de la tradición occidental.

Preta                         

Como en occidente, en oriente la condena a permanecer eternamente en la tierra se origina en un mal comportamiento durante la vida. En este caso, normalmente es la avaricia, el deseo y la obsesión por los bienes materiales lo que lleva a la condena del alma por lo que podríamos llamar un “karma negativo”.

Las personas afectadas por este karma negativo quedan condenadas a convertirse en demonios que rondan eternamente los dominios del hombre con una sed insaciable por algo en específico. Atormentados por el hambre y la sed buscan lo que sea que el destino – tan caprichoso, él – les haya condenado a buscar, desde agua hasta excrementos humanos.

De acuerdo con la tradición hindú los Pretas no suelen relacionarse con los seres humanos, excepto en los raros casos en los que su deseo insaciable es satisfecho por nosotros – por ejemplo, la sangre – lo que los convierte en unas criaturas horrendas y peligrosas. Sin embargo suelen mantener sus asuntos al margen de los nuestros y rumiar su castigo en silencio.

Muchos templos budistas tienen ofrendas destinadas específicamente a estos seres con el ánimo de aliviar su dolor y su sufrimiento, algo que todos los budistas deben buscar en sus semejantes, incluso si alguna vez fueron malvados.

Un dato curioso de estos demonios es que de acuerdo con la tradición están hechos de aire y Akaash (comparable al éter o al vacío), y al carecer de los demás elementos están imposibilitados para digerir.

Estamos tan acostumbrados a la noción de un fantasma en occidente que muchas veces ni pensamos que en otros lugares puedan presentar características diferentes. Pero indudablemente también es interesante ver que todas las sociedades hablan de espíritus que habitan el mundo junto con los vivos. ¿Será esto una simple coincidencia?

Fuente de imagen: eltarotsideral.com