Desde las primeras etapas de la Educación se ha impartido la enseñanza de que la forma adecuada de conseguir el color secundario Violeta –también llamado Púrpura o Morado- es simplemente mezclar dos colores primarios: rojo y azul. Sin embargo, esto puede resultar no ser tan cierto.
Incluso puede resultar un poco decepcionante desear dibujar algo de color morado y descubrir que al mezclar estos dos colores, al contrario de lo que decían los textos escolares, no se obtendrá un brillante violeta, sino por el contrario un opaco tono que más que violeta se acerca al gris, empeorando si se sigue aplicando rojo buscando mejorar la mezcla, lo cual puede originar un marrón bastante oscuro. Entonces ¿Cómo se consigue Violeta?
Revisando varias fuentes especializadas en Artes Plásticas, Diseño e incluso Bricolaje, se puede descubrir que hacer el color Púrpura puede ser en efecto sencillo, sólo que se deben encontrar los tonos y colores apropiados. Incluso, puede resultar mejor, pues no existe un solo modo de conseguir este tono. A continuación, entonces, dos formas de hacer color violeta:
Método uno: Magenta y Cian
Algunos expertos en color han señalado que la razón por la cual fracasa el intento de conseguir un tono Violeta brillante, en base al rojo y al azul, básicamente se debe a las propiedades de estos dos colores. En este sentido, el problema podría residir en la capacidad que tiene el rojo de absorber la luz del azul, así también como la del verde. Por su parte, el azul a su vez absorbe la luz del rojo, así también como la del verde. Como resultado, el ojo no percibe brillo de la mezcla, percibiendo el producto como un tono opaco.
De esta forma, estos especialistas aconsejan que se descarte el rojo y se busque por el contrario un tono Magenta, el cual cuenta con la ventaja de no absorber la luz del color azul, limitándose solamente al verde. En sintonía con esto, al Mezclar el tono Magenta con el azul, este primer tono apenas absorberá la luz del verde, revelando un Violeta brillante, ya que los nervios ópticos sensibles al azul recibirán una señal fuerte, mientras que aquellos receptores de rojo percibirán un estímulo más bajo, haciendo posible que en cerebro interprete un Violeta tal como se buscaba. Igualmente, puede funcionar si en lugar de azul se utiliza Cian, ya que este tono tiene la propiedad de absorber luz roja.
No obstante, es importante recordar que en el mundo de las Artes Plásticas y el Diseño los colores primarios no se conocen como Amarillo, Azul y Rojo, sino que por el contrario se denominan Magenta, Cian y Amarello, los cuales son consideradas por estas disciplinas como Colores Primarios Sustrativos, pues tienen la propiedad de absorber la luz de ciertos tonos, originando con esto otros, por lo que junto al negro son la base de todos los colores que pueden obtenerse a nivel digital o de impresión.
En este sentido, los expertos en color recomiendan que en el momento de necesitar hacer morado, resulta tan sencillo como obtener estos dos colores: Magenta y Azul, o Magenta y Cian. No obstante, algunos pueden sentirse un poco desorientado en cómo conseguir este tipo de tonos. Sin embargo, con imprimir en una hoja el color rojo y azul que marcan las impresoras en general y llevarlo a una tienda de pinturas basta. Incluso puede que haya tiendas que los reconozcan por estos nombres.
Ya con los tonos adecuados, basta sólo proceder a mezclar el Magenta con el Cian o con tonos azules que se destaquen por su brillo. De esta manera se aconseja entonces comenzar por colocar cierta cantidad de Magenta en un envase o superficie para mezclar, seguidamente se deberá comenzar a agregar pequeñas cantidades de azul, a fin de ir midiendo el tono exacto de Violeta que se desea.
Método 2: Rojos y Azules auténticos
Sin embargo, si se está un poco dudoso de hacer una nueva inversión en adquirir Magenta y Cian, puede realizarse un método para verificar si las pinturas que se poseen pueden funcionar para obtener un Violeta brillante, ya que si se cuenta con la suerte de estar en posesión de tonos auténticos, no se correrá el riesgo de obtener un decepcionante gris o marrón.
En sintonía con esto, la teoría del color, asume como pinturas auténticas a aquellas que no contienen matices de otros colores, lo cual básicamente constituye la razón por la cual a veces no resulta del todo exitoso realizar una combinación de tonos. La buena noticia es que existe un método muy sencillo de saber si las pinturas con las que se cuentan en realidad son auténticas o no.
Para esto se debe colocar un poco de la pintura que se desea comprobar, en este caso rojo, y agregar un poco de blanco, remover un poco, y verificar si además de rojo se pueden percibir algunos matices amarillos o anaranjados, es decir, si el rojo es auténtico al mezclarlo con blanco deben obtener rosado, si no lo es revelará entonces un color melocotón. Por su parte, el azul al ser combinado con el blanco, si es auténtico deberá originar un tono celeste; de no serlo la combinación originará un tono aguamarina, señal de que contiene matices verdes.
Por último si el experimento ha revelado rosado y celeste, se trata de pinturas auténticas, las cuales se podrán mezclar en partes iguales, a fin de obtener un Violeta brillante, el cual logrará satisfacer las necesidades del pintor, sin miedo a que los tonos amarillos o verdes de tonos no auténticos entorpezcan el proceso de creación púrpura.
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