En términos geológicos, una caverna –también llamada cueva- es cualquier tipo de cavidad que se encuentra en el terreno y que se ha formado durante años, de forma natural, debido a los distintos procesos espeleológicos.
Formación y usos de las cuevas
Por lo general, aun cuando en la formación de cavernas intervienen factores como la acción del hielo, la lava o el agua directamente en la roca, hasta el punto de erosión, los geólogos también afirman que el factor más común en la formación de estas cavidades naturales es la acción constante del agua –con un toque de acidez- sobre la roca caliza, hasta lograr su erosión, y por consiguiente la formación de este tipo de cavidades.
Así mismo, aunque al revisar fotografías de las distintas cuevas en el mundo, estas puedan parecer algo vacías, en realidad desde que existe vida en el planeta estas formaciones han servido como refugio y casa para cientos de especies, como los murciélagos y algunas especies de pájaros nocturnos, así como arañas y también algunos insectos. Igualmente, sirven de refugio o madriguera a animales más grandes como osos.
Incluso no hay que olvidar que las cavernas fueron el primer hogar de los antepasados del hombre, quienes las habitaron durante la prehistoria y hasta ya iniciado el Neolítico, momento en el que el hombre comenzó a construir viviendas primitivas. Sin embargo, son muchas las cuevas alrededor del mundo que en sus muros guardan vestigios de la presencia del humano primitivo, como por ejemplo las Cuevas de Altamira, en España, o la Cueva de las Manos, en Argentina, la cual además es considerado el rastro artístico más antiguo del continente americano.
Tipos de cuevas
De igual forma, es importante destacar que las cavernas o cuevas son originadas por ciertos factores geológicos o químicos, los cuales a veces se combinan, y que han sido elegidos por la Ciencia como parámetro para clasificar este tipo de formaciones. Es decir, que los tipos de cuevas son entendidos según el tipo de procesos que intervinieron en su formación. Resulta pertinente entonces hacer una breve descripción de los distintos tipos de cavernas, que existen en el mundo. A continuación, cada una de ellas:
Cuevas primarias
También son conocidas por la Ciencia como cuevas volcánicas, son llamadas así puesto que la Ciencia ha llegado a la conclusión de que este tipo de cavernas se formaron en el mismo instante en que la roca de la corteza terrestre comenzó su proceso de solidificación. Así mismo, como en el planeta la actividad volcánica no ha desaparecido, siendo por el contrario todavía un planeta vivo, en constante cambio, en la actualidad siguen creándose cavernas de este tipo. Según lo indicado por los científicos, cuando se produce la erupción de un volcán, la lava sigue un curso descendente, así mismo los factores climáticos hacen que la capa superficial de este cuerpo de lava se solidifique durante el descenso, sin embargo, por debajo de esta superficie la lava sigue fluyendo. No obstante cuando la erupción termina, y la lava ha conseguido su curso, sobre el terreno queda una cavidad, formada por la primera capa de lava que se solidificó, la superficie del volcán, y en el centro: el vacío dejado por la lava en su descenso por las laderas del volcán.
Cuevas secundarias
Por su parte, estas cuevas –también conocidas por el nombre de epigenéticas- corresponden a aquellas formadas por la acción, de distintos factores geológicos o químicos, directamente sobre la roca, cuando esta ya se encuentra formada, y haciendo entonces que la caverna o cueva nazca directamente en esta formación geológica. La Ciencia ha determinado que entre los procesos espeleológicos que pueden intervenir en la formación de este tipo de cavidades, a través de la meteorización de la roca (descomposición y pérdida de material por parte de la formación geológica) se encuentran la erosión, la karsitificación (el cual es más común en las rocas de tipo dolomías o calizas) y el de epechepe, conocido también como pseudokarstificación, el cual tiende a afectar más a rocas tipo yeso, cuarcita o halita.
No obstante, los procesos de formación de cuevas secundarias también se pueden dar a través de procesos tectónicos, es decir, que en lugar de que suceda un proceso espeleológico específico, que conlleve a la pérdida de material en la roca, los distintos movimientos de las placas tectónicas pueden originar fracturas de rocas, que por consiguiente generen cavidades naturales en el terreno.
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