Consideradas como una de las principales fuentes de vitamina A, así como uno de los vegetales de más rico sabor, las zanahorias se han convertido a lo largo de la historia en una de las protagonistas favoritas de las más deliciosas recetas, incluso de los más delicados postres. Sin embargo, antes de exponer algunas de ellas, se revisarán algunos aspectos sobre ellas.
La zanahoria
De esta manera, se puede comenzar por decir que la Zanahoria, reconocida científicamente por el nombre Daucus carota, así como una subespecie sativus, es considerada por la mayoría de los botánicos como una hortaliza, de gran demanda en el mundo. No obstante, aun cuando toda la planta es aprovechable, de la zanahoria se aprovecha sobre todo la raíz.
En cuando a sus características, las zanahorias básicamente pueden ser descritas como una planta bienal, cuyas hojas, en forma de roseta, prosperan durante la primavera y el verano. Por otro lado, esta planta se caracteriza por contar con una raíz gruesa napiforme, cuya principal característica es su distintivo color anaranjado, así como su capacidad de almacenar azúcar. No obstante, existen variedades de color blanca, roja e incluso violeta. Con respecto a la textura de esta raíz, esta se caracteriza por ser crujiente.
Origen de las zanahorias
En relación al origen de la zanahoria, las diferentes fuentes históricas han señalado que los primeros especímenes de esta hortaliza pudieron surgir de forma salvaje en el continente asiático, específicamente en los territorios en donde se encuentra ubicado Irán. No obstante, en un primer momento, los humanos que comenzaron a consumir esta hortaliza centraron la atención en sus hojas, debido a su carácter aromático, el cual se asemeja a otras especies de plantas, como por ejemplo el cilantro o el perejil.
Sería entonces hasta el siglo I d.C. que los humanos comienzan a consumir las raíces de esta planta, considerándola entonces de delicioso sabor y textura. Por otra parte, serían los árabes quienes llevarían la zanahoria desde su cuna asiática hasta Europa, en donde encontró gran acogida en los territorios andaluces, ubicados en la moderna España. No obstante, para esta época, la variedad de zanahoria que se manejaba era amarilla, así como roja.
De hecho, los científicos han podido precisar que la variedad anaranjada, tan conocida y consumida en tiempos modernos, en realidad nació durante el XVII, en los Países bajos, lugar en donde los agricultores, en aras de rendir homenaje a la real casa de Orange, propiciaron el cultivo de la variedad naranja, la cual paradójicamente fue la que mejor adaptación y difusión obtuvo, propagándose por el mundo.
Propiedades nutricionales de las zanahorias
Así mismo, las zanahorias han sido descritas por la Ciencia como alimentos de gran contenido nutricional. En este sentido, de acuerdo a lo que señalan los nutricionistas, en las zanahorias podrán encontrarse una importante cantidad de Carbohidratos, Azúcares, Fibra alimenticia, Grasas y Proteínas vegetales.
Por otro lado, en estas hortalizas, los científicos han determinado también una gran cantidad de vitaminas, entre las que se encuentran la vitamina A, B1, B2, B3, B5, B6, C, E y K. De igual forma, los especialistas resaltan la gran cantidad de beta-carotenos que pueden encontrarse en las zanahorias.
Así también, dentro de este alimento, se podrá conseguir una gran cantidad de minerales, vitales para el buen funcionamiento del cuerpo humano, entre los que se encuentran por ejemplo el Calcio, Hierro, Magnesio, Manganeso, Fósforo, Potasio, Sodio y Zinc. Entre las grandes propiedades nutricionales que se le atribuyen están la de propiciar la salud visual, incentivar la regeneración celular, combatir el sarro dental, entre otros beneficios.
Receta de postres a base de zanahoria
Sin embargo, no son solo la gran cantidad de nutrientes que poseen las zanahorias las que hacen que la elección preferida de cientos de paladares a nivel mundial, sino que además estas hortalizas cuentan con una textura y un delicioso sabor, que con el tiempo las han convertido en el ingrediente estrella de exquisitas recetas.
No obstante, cuando la mayoría de las personas piensan en recetas a base de zanahoria piensan casi siempre en ensaladas, guisos o preparaciones saladas, dejando de lado las grandes posibilidades que pueden ofrecer estas hortalizas al ámbito de los postres, debido a la gran cantidad de azúcares que llevan en su interior. A continuación, algunos ejemplos de recetas dulces que se pueden preparar en base a estas hortalizas:
Waffles de zanahoria
Para aquellos que sienten debilidad por los postres, pero también angustia por cuidar su salud, estos Waffles de zanahoria pueden resultar una opción ideal, en tanto que le permitirán disfrutar de un exquisito postre, lleno de vitaminas y minerales.
Para prepararlos, se requerirán los siguientes ingredientes: dos (2) zanahorias / dos (2) huevos / dos (2) tazas de harina leudante / una (1) taza de leche / una (1) cucharada de azúcar / un cuarto ( ¼) de taza de aceite / una (1) cucharadita de polvo para hornear / una (1) cucharadita de esencia de vainilla.
Una vez se tengan a mano todos los ingredientes, se comenzará por lavar y pelar las zanahorias, a fin de cortarlas en rodajas finas, y llevarlas al procesador de alimentos, o también a la licuadora, y triturarlas, hasta conseguir hacer una pasta con ellas. Cuando se haya conseguido esta textura, se procederá igualmente a agregar a esta pasta la leche, aceite, huevos y vainilla, y se continúa procesando la mezcla hasta obtener una preparación lo más homogénea posible.
Se lleva entonces la preparación a un recipiente hondo, y se agregan poco a poco los ingredientes secos, teniendo cuidado de mezclar con una paleta. Cuando se haya obtenido nuevamente una mezcla homogénea, se dejará que esta repose por quince minutos en la nevera. Pasado este tiempo, con ayuda de un cucharón, se colocará la porción equivalente de un waffle en la waflera. Cuando estén dorados por ambos lados, se consideran que están listos. Pueden acompañarse con helado de pistacho.
Flan de zanahoria
Otra forma creativa y deliciosa de aprovechar el sabor de las zanahorias para la elaboración de deliciosos postres es este flan de zanahoria, el cual seguro fascinará a los más pequeños, convirtiéndose igualmente en una de las formas más divertidas de hacer que coman vegetales.
Para su preparación, será necesario reunir los elementos que se enumeran a continuación: dos (2) libras de zanahorias / cuatro (4) cucharadas de miel / media ( ½ ) cucharadita de vainilla / una (1) taza de agua / tres (3) cucharadas de fécula de maíz / un (1) huevo batido.
Al momento de comenzar con esta preparación, lo primero que deberá hacerse es lavar, pelar y cortar las zanahorias en rodajas delgadas. Así mismo, se llevarán al agua hirviendo, y se les permitirá cocinarse hasta que estén suficientemente blandas, casi a punto de puré. Al llegar a este punto, se bajan del fuego, y se les permite que se enfríen.
Se llevan entonces a la licuadora, junto a medio litro del agua en el cual se han cocinado. Se procesan hasta obtener un líquido espeso. Aparte, en una taza de agua tibia se disuelven las cucharadas de maicena. Cuando esto se haya logrado, se toma un recipiente, y se coloca la preparación de zanahorias. Así mismo, con ayuda de una espátula, se va agregando la maicena. Así mismo, se agrega la vainilla, y se lleva la preparación a una olla, así como a fuego lento.
Se le permite cocinar por cinco minutos, teniendo cuidado de que la mezcla no se pegue en el fondo, y sin dejar de remover mientras se espesa. Se baja la preparación del fuego, y se agregan el huevo batido y las cucharadas de miel. Por último, se vierte la preparación en un molde para flan, previamente caramelizado, y se deja al menos doce horas en la nevera. Luego se desmolda, y está listo para consumir. Se come frío.
Trufas de zanahoria
Por último, también se podrá usar como ejemplo de postres a base de zanahorias estas deliciosas trufas, especiales para disfrutarlas en fiestas o reuniones familiares. Para prepararlas será necesario tener a disposición los siguientes ingredientes: un (1) kilo de zanahorias / una (1) lara grande de leche condensada / una (1) cucharada de ralladura de naranja / tres cuartos (3/4) de taza de jugo de naranja / y media ( ½ ) taza de nueces trituradas.
Con todos los elementos a mano, se comenzará entonces por lavar y pelar adecuadamente las zanahorias. Así mismo, se pasarán por un rallador, en específico por el lado más fino. Una vez se haya obtenido esta especia de pulpa de zanahoria, se llevará a un recipiente hondo, y en él se mezclará con la leche condensada, el jugo de naranja y la ralladura de piel de naranja. Con ayuda de una paleta, se removerá bien la masa hasta obtener una mezcla homogénea. Al lograrlo, se vierte entonces en una olla, y se coloca a fuego medio, teniendo cuidado de remover con una paleta, evitando que se pegue al fondo del recipiente.
Esta preparación se deja al fuego hasta que se logre reducir absolutamente todo el líquido, y se obtenga una masa sólida. Llegado este punto, se baja del fuego, y se le permite enfriar. Obtenida igualmente la temperatura deseada, y con ayuda de la mano se comienzan a formar las bolitas o trufas. Estas se pueden pasar por las nueces trituradas, aun cuando también se puede hacer con coco o chocolate rallado. Se llevan a la heladera por una hora antes de servir.
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