Definición de Coctelería
La coctelería es la disciplina que se encarga del estudiar la relación entre los distintos sabores y elementos de tipo comestibles, donde se encuentran incluidas los licores, bebidas, flores, frutos, helados, entre algunos otros ingredientes, en base a los cuales se pueden hacer preparaciones líquidas para el deguste del público.
En este sentido, los distintos procesos de preparación, dan origen a distintos tipos de bebidas, clasificadas en varios estilos, las cuales ameritan diferentes modos de presentación, en los cuales el envase –se éste una copa o un vaso- juega un papel importante, puesto que es el estuche de presentación de los sabores incluidos en el cóctel preparado. Con referencia a esto, es el Protocolo y la Etiqueta la que dicta sobre qué tipo de copa o vaso se designa para cada tipo de bebida, sobre todos las más clásicas, quedando en manos del barman la escogencia del vaso o copa para las bebidas más actuales o modernas, a pesar de que casi siempre, según la clasificación del cóctel en cuestión se puede tener luces sobre el tipo de envase que amerita.
De esta manera, a pesar de las reglas establecidas, existen distintos tipos de Copas para escoger a la hora de servir a alguien un cóctel. A continuación algunos ejemplos de los existentes en el mundo de las barras y bares:
Copa de agua
Por lo general este tipo de copa se encuentra desde el principio y durante toda la velada en la mesa. Se distingue por ser de gran tamaño y presentar un cáliz un poco abombado. Así mismo presenta un tallo y un pie gruesos. Se destina para servir agua, así como distintos tipos de jugos naturales. No obstante se llena sólo cuatro quintos de su capacidad.
Copa de cóctel
Es una copa en forma de “V” o de triángulo invertido. Así mismo cuenta con un pie suficiente largo, a fin de que la bebida contenida en el cáliz, se mantenga bien fría y protegida del calor de la mano. Igualmente se caracteriza por tener una amplia boca, la cual consigue que la fruta agregada a la bebida, sea esta una aceituna, cereza o un pedacito de melocotón no se hunda demasiado, quedando fuera del alcance del comensal. De acuerdo a la etiqueta esta copa es considerada una de las más elegantes. Se usa principalmente para servir martinis, así como otros glamurosos cócteles.
Copa Balón
Esta copa es denominada así por contar con una forma redonda, que puede ser considerada casi un “O”, sin su parte de arriba. Algunos especialistas en coctelería aseguran que la forma de esta copa trae algunas ventajas, como primero hacer que el aroma de la bebida que contiene circule en ella, pudiendo ser ofrecido a aquel que vaya a tomar de ella, quien a la vez de sabor podrá disfrutar del espectro aromático que su forma redonda permite conservar, y que en una copa de flauta o vaso alargado simplemente se perdería. Así mismo esta copa ofrece la posibilidad de ser tomada, sin que el calor de la mano entre en contacto con la bebida contenida en el cáliz, por lo que también permite conservar las bebidas a la temperatura adecuada. Este tipo de copas es destinada especialmente para algunos tipos de vino tinto, así como para algunos tragos secos a base de ginebra. Hay quienes también lo usan para presentar algunas cervezas, así como para ofrecer algunos cócteles cítricos. No obstante su tamaño, el protocolo exige que sólo sea llenada una parte de la copa.
Copa de licor
A pesar de que existen multiplicidad de diseños y medidas para este tipo de copas, por lo general se caracterizan por ser pequeñas, en forma de V aguda, no presentar tallo y contar con un pie bastante pequeño. Igualmente destaca por la poca capacidad de su cáliz, hecho especialmente para que el comensal tenga apenas la oportunidad de probar un poco el licor que se le ofrece. Así mismo el protocolo marca no servir sino cuatro quintas partes de su capacidad. Este tipo de copas es destinado para presentar todo tipo de licores, especialmente aquellos muy fuertes o muy dulces, como el licor de menta, el de naranja o el de café.
Copa de Jerez
Estas copas se distinguen por presentar un tamaño medio, así como una forma ligeramente aflautada. Así mismo cuentan con un pie bastante corto y un tallo mediano. Cuentan con la característica de presentan un cáliz de fondo ancho y boca un poco más estrecha. Por lo general son usadas para servir el licor del Jerez, así como para catar vinos. Igualmente el protocolo determina que debe servirse apenas dos tercios de su capacidad.
Copa de coñac
Se caracteriza por ser una copa de cáliz bastante abombado y redondo, así como por tener un pie bastante corto. Está diseñada de esta manera para que la bebida esté en permanente contacto con la mano del comensal, a fin de permitir que su contenido se mantenga a temperatura cálida o templada. Así mismo cuenta con un cáliz de base ancha y boca estrecha, a fin de que el aroma de la bebida servida se mantenga dentro de la copa. El protocolo indica que no puede llenarse con más de un tercio de su capacidad de contenido. Por lo general se designa para servir bebidas como el coñac y el brandy.
Copa de Champaña
También conocida como copas tipo flauta, se caracterizan por tener un cáliz alargado, el cual termina en un tallo y pie medianos. Existen dos variedades, las de boca ancha, la cual es considerada como la copa de champaña tradicional; así mismo existen las de boca estrecha, las cuales a pesar de no ser parte de la tradición, conservan mucho mejor las burbujas de la champaña, aunque no son del todo prácticas al momento de servir. Este tipo de copas está destinadas por el protocolo para presentar champaña, así como algunos cócteles hechos en base a ella (más información en Ejemplos de cócteles preparados en base a Champaña).
Copa de vino tinto
Esta copa se distingue por presentar un cáliz bastante redondeado, diseñado de esta manera para favorecer el rodar de la copa en la mano del comensal, a fin de mantener la bebida a temperatura templada. Así mismo presenta un tallo mediano. El protocolo determina que esta copa debe ser más pequeña que la del agua, no obstante las nuevas tendencias apuestan por presentaciones imponentes que superan en tamaño a las copas de agua, sin embargo sólo se llenan tres cuartos de su capacidad. Igualmente deben contar con bocas anchas, a fin de que el vino pueda respirar.
Copa de vino blanco
Se caracteriza por ser un poco más estrecha y pequeña que aquella destinada para el vino tinto. Los expertos señalan que la razón detrás de esto es la intención de mantener frío el vino la mayor cantidad de tiempo que se pueda. Se distingue también por tener un pie largo, a fin de conservar la temperatura del vino. Igualmente, el protocolo indica que no debe ser llenada más de tres cuartos de su capacidad.
Fuente de imagen: cafe90.com.ve