Iosif Vissariónovich Dzhugashvili, mejor conocido como Joseph Stalin (Gori, Georgia, Rusia, 18 de diciembre 1878 – Moscú, Rusia, 5 de marzo 1953). Líder Militar, Líder Político y Gobernante de origen ruso, quien sucedió en el poder a Vladimir Lenin, gobernando Rusia por más de veinte años, durante los cuales ejerció una férrea dictadura. No obstante, es reconocido por convertir a la Unión Soviética en una potencia industrial, derrotar a Hitler, e iniciar junto a Estados Unidos, el nuevo capítulo de la historia conocido como la Guerra Fría.
Vida Temprana
Joseph Stalin nació en la localidad de Gori, Georgia, en Rusia, el 18 de diciembre de 1878, en el seno de una familia pobre. Su padre, Besarion Jughashvili era zapatero, mientras que su madre, Ketevan Geladze era lavandera. Stalin fue un niño que distinguió por una salud débil, a los siete años sufrió de viruela, enfermedad que le dejó la cara marcada de por vida, y al parecer cierta deformación en uno de sus brazos. Comenzó su educación formal en 1888, cuando ingresó a la escuela de la Iglesia de Gori, donde se desempeñó como un buen estudiante. En 1894, para felicidad de su madre, que ansiaba verlo convertido en sacerdote, logró conseguir una beca en el Seminario Teológico de Tiflis.
Militancia revolucionaria y asunción al poder
Durante su primer año en Tiflis, Stalin comenzó a simpatizar con una organización secreta, llamada Messame Dassy, de corte separatista, cuyo objetivo político era conseguir la independencia de Georgia de Rusia. Fue ahí donde entró en contacto por primera vez con el pensamiento socialista, a través de la lectura de Karl Marx y Lenin, decidiendo en 1898 unirse definitivamente a las filas de esta organización.
Un año después se retiró del Seminario. Las razones de esta decisión se desconocen, y mientras algunos creen que fue simplemente por razones económicas, otros se inclinan a pensar que tal vez fue obligado a dejar la institución por sus ideas anti-zaristas. Stalin permaneció en Tiflis, donde se mantuvo un tiempo gracias a su trabajo como oficinista en el Observatorio de Tiflis, actividad que complementaba con la de profesor, hasta que en 1901 se unió al Partido Obrero Socialdemócrata, para quien comenzó a trabajar a tiempo completo, destacándose dentro de la organización por su poder de convocatoria y talento para coordinar acciones y movilizaciones.
En 1902, coordinó una huelga laboral, motivo por el cual fue arrestado y enviado a Siberia. En esta época adoptó su sobrenombre “Stalin”, el cual puede traducirse como “hombre de acero”. Un tiempo después, logró escapar y regresar a Tiflis, donde continuó desde la clandestinidad su participación en este partido revolucionario, para el cual recaudaba fondos a través de extorsiones, secuestros o robos.
En 1922, cinco años después de las fuertes luchas que llevaron a la revolución bolchevique finalmente al poder el 17 de octubre de 1917, Stalin fue designado responsable de la Secretaría General del Partido Comunista (nuevo nombre con el que había sido bautizado el antiguo Partido Obrero Socialdemócrata) posición que aprovechó para comenzar a conquistar parcelas de poder en la organización, sobre la que rápidamente llegó a tener un control total, que el mismo Lenin, quien ya se encontraba muy enfermó, no pudo recuperar antes de su muerte, acaecida en 1924, hecho que marcó la asunción de Stalin al poder.
Régimen estalinista
Desde primer momento, emprendió un arduo enfrentamiento contra Trotski, hasta conseguir su ida al exilio en 1929, y luego su asesinato en 1940. Igualmente se encargó de eliminar en los próximos años a sus posibles rivales: en 1936 ejecutó a Kamenev y Zinoviev, líderes de su partido, quienes lo ayudaron a llegar al poder; en 1938 eliminó a los líderes de derecha Rikov y Bujarin. Instauró un régimen totalitario, execrando del modelo marxista-leninista cualquier ideal democrático o libertario. Combatió el pluralismo, instauró un cuerpo policial represivo y un sistema de purgas dentro del Partido Comunista, cualquier resistencia conllevaba la ejecución o el exilio a alguno de los campos de trabajo de Gulag.
Hacia principios de los años treinta, revirtió la Reforma Agraria impulsada por Lenin, instaurando granjas colectivas, cuyo dueño era el Estado, regresando así a los campesinos a la situación de siervos y conduciendo a Rusia a una gran hambruna, debido a la gran pérdida de vidas humanas, que diezmaron la población campesina, sometida a terribles condiciones de explotación laboral y represión. No obstante, aun cuando el precio fue el bienestar de la población e incluso del medio ambiente, Stalin inició una apresurada carrera hacia la industrialización, con especial énfasis en el sector energético y la industria pesada, que se tradujo en un crecimiento económico sin precedentes para Rusia.
Derrota de Hitler y años finales
En 1939 firmó un pacto de no agresión con Adolfo Hitler, confiando en la integridad del líder nazi, quien dos años después, en 1941, trató de invadir Rusia, marchando con sus tropas sobre Leningrado. No obstante, gracias al clima, el extenso territorio y la acción del Ejército Rojo, Stalin logró el retroceso de las tropas alemanas, yendo tras de ellas, y consiguiendo sitiarlas en Berlín. Victoria que le concedió a Rusia una sólida posición política ante Estados Unidos y la Gran Bretaña, quienes no tuvieron más opción que asumirla como una gran potencia.
Desde entonces, Stalin enfocó sus esfuerzos en la instauración de Repúblicas Populares, que fungían como países satélites de la Unión Soviética, que servirían de anillo de protección político, ante cualquier intento de invasión por parte de occidente. Igualmente, no retiró sus tropas hasta hacerse en 1953 con armas atómicas, al tiempo en que procuró la extensión del comunismo hacia China, Corea, Turquía y Grecia, lo cual encendió las alarmas estadounidenses, iniciándose así a la tensión entre las dos potencias, conocida históricamente como Guerra Fría. Ese mismo año, su salud comenzó a debilitarse, muriendo el 5 de marzo de 1953.
Fuente de imagen: telegraph.co.uk