Runas en el oeste norteamericano
Oklahoma es un estado ubicado en el centro de los Estados Unidos, ligeramente más hacia el sur que hacia el norte. Hasta el momento, la historia de Oklahoma pasa por la colonización por parte de los nativos americanos y su posterior expulsión y masacre por parte de los colonos estadounidenses a mediados del siglo XIX. Sin embargo, existe una evidencia que podría indicar que en esta región de hecho existió una tercera cultura… venida, también, de Europa.
En algunas montañas del estado, a principios del siglo XX, comenzaron a aparecer una serie de misteriosas inscripciones en regiones algo ocultas de las montañas. Al principio parecían pertenecer a un lenguaje desconocido, pero pronto algunos expertos que llegaron al lugar afirmaron que se trataba de runas nórdicas, las mismas que usaban los Vikingos.
¿Quiénes las realizaron?
Esto dejó bastante perplejos a los habitantes. Por una parte, se sabe que los exploradores y colonos de Eric el Rojo arribaron a costas norteamericanas en torno al año 1100, principalmente en la región canadiense de Labrador. Sin embargo, Oklahoma se encuentra a miles de kilómetros de Labrador en la parte más central del continente, lo que hace altamente improbable que los exploradores llegaran hasta allí… al menos de acuerdo con las evidencias actuales.
La primera runa, la más célebre, fue descubierta en 1923. No dice nada en especial, su transcripción lee Gaomedal, lo cual seguramente sea un nombre. Explicar estas runas ha sido bastante complejo para los profesionales, pero hasta el momento se han presentado 3 hipótesis:
La primera afirma que se trató de un rezago de una última colonia nórdica. Esto es altamente improbable, pues recorrer la inmensa distancia entre estos dos lugares implicaría una colonización de tamaño gigantesco, casi un imperio, y no existe registro arqueológico de ello.
La segunda habla de un último puesto avanzado de exploradores que habrían marchado por años escapando de tribus enemigas. Esto, aunque improbable, podría ser una explicación aceptable.
La última hipótesis habla de una falsificación de las runas por colonos escandinavos del siglo XIX. Algunas runas, en efecto, han probado ser falsas, pero las más antiguas parecieran tener en verdad orígenes medievales, por lo que no se sabe a ciencia cierta si son realmente una falsificación.
Y tú, ¿Qué propondrías para solucionar este misterio?
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