Uno de los patrones temáticos principales del entretenimiento que ofrecen los medios masivos de comunicación mundiales, es la violencia, las armas y los asesinatos. Por tal razón, los niños a muy temprana edad desean tener un arma y disparar. El caso que veremos a continuación, es el de un niño que a los cuatro años, disparó a su madre mientras conducía el coche. Esta es la historia:
«Víctima de su propio invento»
Los hechos acontecieron en Estados Unidos, uno de los países donde los ciudadanos pueden acceder a un arma de fuego sin mayor problema y con toda una variedad en el mercado. Inclusive, existen personas que se empeñan en realizar campañas activistas, para defender y promover el acceso de los estadounidenses a los artefactos bélicos, pensando en proteger y cuidar la propia integridad física y la de los seres queridos.
En tal efecto, motivada por el miedo, Jamie Gilt era una de las principales promotoras de las armas y cargaba una en su auto, para defenderse ante cualquier ataque de algún criminal que quisiera hacerle daño a ella y a su hijo. En las redes sociales solía publicar una fotografía de ella con un rifle y su pequeño de entonces cuatro años de edad.
A principios de 2016, Jamie conducía su vehículo acompañada de su hijo, quien viajaba en el asiento de atrás. Nunca pensó que el niño fuera a interesarse en el rifle, que también acomodó en la parte trasera como si se tratase de cualquier elemento. Muy contento contemplando el artefacto, le apuntó a su madre y salió un disparo, mismo que atravesó la espalda de la mujer, dejándola en un estado crítico de salud.
Aparte de que casi muere, fue judicializada
Ella misma le había enseñado al menor a disparar y justo días atrás, a través de Facebook comentó que se sentía orgullosa de la capacidad del niño a la hora de apretar el gatillo. Sumado al caso, uno de los argumentos que más exponía Jamie Gilt para incentivar el uso de armas y las facilidades legales para adquirirlas, era que así nadie podría hacerle daño a ella ni a su primogénito, pero lo que nunca imaginó era que le iban a disparar con su propio rifle, y a manos de su mismo hijo.
En un comunicado de prensa, emitido por la “Oficina del Sheriff del Condado de Putnam”, se dijo al respecto: “Nuestra investigación ha revelado que el arma de fuego era propiedad legal de la víctima y el niño cogió el arma de fuego sin el conocimiento de la víctima”. Por fortuna, el menor salió sin ningún daño del hecho, pero su madre se vio afectada judicialmente, pues las leyes del estado de Florida catalogan como un delito que alguien provea o facilite un arma a un infante.
Generalmente, el miedo es el principal causante de que las personas pretendan armarse. No se trata de que un arma de fuego sea buena o sea mala, sino el uso que de ella se hace, tal cual sucede con un cuchillo: bien sirve para pelar patatas o para agredir a otro ser. Si se deja al alcance de los niños, el resultado puede ser fatal.
Imágenes: abc.es