Superficie helada de Europa
Los satélites del Sistema Solar y nuestra búsqueda de vida
En estas páginas hemos hablado de Titán y Jápeto, lunas de Saturno bastante peculiares. Resalta en particular el ambiente de Titán en el que grandes lagos de hidrocarburos parecen crecer y secarse en un ambiente atmosférico semejante al de la Tierra.
La existencia de un clima verdaderamente alienígena en Titán nos recuerda a las condiciones de Plutón, en las que el nitrógeno líquido parece formar riachuelos semejantes a los del agua terrestre. En ambos casos la atmósfera del planeta es dinámica y genera un sistema climático complejo, aunque en el caso de Plutón parece que esto revertirá cuando se aleje del sol y el planeta quedará muerto, helado y desprovisto de atmósfera.
Aunque elucubremos mucho sobre la posibilidad de que en estos lugares podamos encontrar vida, hacerlo involucra pensar en una biología completamente diferente a la nuestra cuya existencia no podremos verificar hasta que estemos frente a ella. Por esta razón, se trata de algo por ahora muy poco probable.
Europa es diferente. Bajo la gruesa capa de hielo de esta luna joveana se encuentra un gigantesco océano de agua equivalente a dos veces la suma de todos los océanos terrestres. Aunque se debate aún sobre la posibilidad de que el agua salga alguna vez a la superficie, no cabe duda de que el océano existe y que tiene un tamaño monumental.
Posible vida en los océanos de Europa
Debido a estar llena de agua, como la Tierra, Europa es el escenario favorito de posibles vidas semejantes a la terrestre. Desde siempre se ha considerado viable que especies microscópicas hayan sobrevivido en el interior de sus océanos cálidos, por debajo de la gruesa capa de hielo en donde el frío alcanza los 200 °C bajo cero, haciendo imposible la supervivencia de ser alguno.
Aunque se pensaba probable que así fuera, principalmente con metabolismos basados en la utilización del azufre, en general la probabilidad era bastante baja. Además, en aquel momento no se comprendía cómo se mantenían calientes los océanos de Europa y se suponía que quizás el proceso no era estable y podía causar cataclismos letales para cualquier tipo de vida.
Hoy sabemos que los océanos no sólo se mantienen estables, sino cálidos, gracias al efecto de las potentes mareas de Júpiter causadas en aquella luna. Esto, que parecía aumentar mucho las probabilidades de que se encontrase vida allí, palideció ante el nuevo hallazgo que parece indicar que además de cálido y estable, aquel océano está lleno de oxígeno.
El océano subterráneo de Europa
La vida compleja terrestre y el oxígeno
Por miles de millones de años la vida en la Tierra no fue más que un montón de seres unicelulares y microscópicos. Luego llegaron los animales, plantas y hongos, mucho más complejos.
Esto se dio gracias, sobre todo, a la aparición del oxígeno en la atmósfera terrestre, el cual permitió un mucho mejor aprovechamiento de la energía por medio de la combustión de glucosa, esto es, su reacción con el oxígeno. Fue entonces que surgió la vida compleja y, eventualmente, nosotros.
El oxígeno terrestre se produce por las plantas. En Europa, la superficie abunda en oxígeno producido como consecuencia del impacto de los rayos solares con el hielo, lo cual degrada el agua liberando el hidrógeno y el oxígeno. Hasta ahora siempre se había pensado que este proceso no influía en las aguas por debajo de la capa de hielo.
Hoy, sin embargo, se ha descubierto que como consecuencia de las importantes mareas de la luna el hielo se rompe y se hunde permanentemente, lo que indicaría que los niveles de oxígeno en las profundidades son más de 100 veces superiores a lo pensado originalmente. Esto significa que el agua de Europa tiene suficiente oxígeno para sostener vida semejante a la terrestre.
Si las condiciones estaban dadas para que en Europa surgiera la vida, bajo su superficie podrían habitar impresionantes animales de los que jamás hemos tenido registro.
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