Una de las partes del cuerpo humano más usadas son las manos, puesto que estas le permiten al individuo manipular herramientas, realizar tareas, sujetar cosas, movilizar objetos, y por su puesto realizar tareas y procedimientos tanto en otros como en sí mismo.
De ahí que también, al estar en contacto con tantas superficies, sean un buen vehículo para trasmitirnos enfermedades y microorganismos patógenos, que pueden colocar en riesgo la salud humana.
¿Para qué lavar las manos?
Tal vez por eso los médicos e instituciones dedicadas a la salud humana señalan que el lavado de manos, periódico y bien realizado, es una de las formas más económicas, domésticas y sencillas de mantener una buena salud.
Por lo general, el lavado de manos evita que los microorganismos, como virus, hongos y bacterias, así como otros gérmenes y sustancias, ingresen al cuerpo, siendo transportadas desde algún objeto o superficie del exterior directo al organismo, lo cual puede suceder en el momento en que el humano que haya tocado con sus manos algún agente patógeno o tóxico, y posteriormente se toque un ojo, la boca, la nariz, los oídos o simplemente la cara.
Aun cuando la persona no lo note, según algunos estudios, un individuo puede tocarse la cara, en promedio, unas quinientas veces al día, por lo que se quiera o no, todo el tiempo está en riesgo de llevar hasta su organismo algunas de las sustancias o microorganismos que haya tocado durante este proceso.
Ergo, mantener las manos limpias puede ser una buena forma de prevenir al menos doscientas enfermedades, entre las que se encuentra por ejemplo la gripe común, la tosferina, neumonía, bronquitis, covid-19, otras clases de coronavirus, cólera, hepatitis A, hepatitis B, gastroenteritis, gastritis, etc.
¿Cómo lavar las manos correctamente?
Sin embargo, aun cuando es un acto bastante común, pocas personas saben cómo realizar el lavado de manos de forma correcta. En este sentido, la Organización Mundial de la Salud, así como otras instituciones responsables han coincidido en anotar una serie de pasos, que todo individuo debería seguir mínimamente para considerar que el proceso de lavarse las manos ha sucedido con total éxito.
A continuación, entonces, los pasos que deben seguirse a la hora de lavarse las manos de forma adecuada:
- Tomar un poco de papel higiénico, y con él abrir el grifo de agua.
- Desechar el papel que se ha usado para abrir el grifo.
- Mojar las manos con esta agua. Por lo general, las distintas fuentes aconsejan que el agua esté tibia. No obstante, el lavado de manos puede realizarse de forma exitosa sin importar que el agua esté fría.
- Cuando las manos estén bien húmedas, se cerrará el grifo para no desperdiciar agua, y se tomará el jabón. En algunas ocasiones, algunos expertos señalan que es mejor usar el jabón líquido.
- Una vez con el jabón en las manos, se deben restregar las manos, para hacer espuma, y activar las propiedades del jabón.
- Primero se abrirán los dedos, se colocarán las manos frente a frente, y se intercalarán los dedos, a fin de poder restregar la unión entre ellos.
- Así mismo, se debe cerrar una mano, y restregar los nudillos y las uñas de esta con la palma de la mano contraria. Luego se intercambian las manos.
- Se debe poner especial atención a lavar la parte ubicada debajo de las uñas, pues ahí también se acumula polvo, mugre y sustancias.
- Las manos deben restregarse al menos unos veinte segundos, pues es en ese tiempo que el jabón logra destruir algunos virus, bacterias, hongos y demás microorganismos.
- Cuando este tiempo haya pasado, se abre nuevamente el grifo, y se procede a sacar todo el jabón de las manos.
- Si se está en un baño privado, como en el de la propia casa, simplemente se cierra el grifo, y se secan las manos. Si el baño es público, entonces se vuelve a tomar un pedazo de papel higiénico, se cierra el grifo. Se toma otro para secarse las manos, y con este mismo se abre la puerta del recinto, sin tocar la parte expuesta a la suciedad.
- Por último, se desecha este papel.
Cuándo lavarse las manos
Por lo general, los médicos y demás instituciones expertas en la Salud señalan que la persona promedio, en un día normal, debe procurar lavar sus manos, al menos una vez cada tres horas. Sin embargo, hay otras situaciones en donde surge como obligatorio, para así cuidar de la salud. Seguidamente, algunas de ellas:
Las manos deben lavarse antes de entrar al baño, comer, manipular alimentos, cocinar, atender a un niño, atender a un enfermo, lavar una herida, tocar la cara, poner o retirar un lente de contacto.
Igualmente, las manos deben lavarse necesariamente después de preparar comida, comer, entrar al baño, recoger las necesidades de la mascota, manipular alimentos, manipular mascotas, cambiar los pañales de un bebé, atender a un enfermo, curar heridas, sacar la basura, trasplantar plantas, sonarse la nariz, toser, tocar el suelo, limpiar. Otro momento en donde se debe proceder al lavado de manos es cuando ellas están sucias a simple vista.
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