Ya tenemos varias entradas en las que hablamos sobre las costumbres que tenían las personas durante la Época victoriana: podemos encontrar que comida hay que servir y hasta una forma idónea de vestir, pero hoy hablaremos de un complemento, los famosos anillos de luto, un accesorio que no podía faltar para recordar al ser amado perdido.
Los anillos eran pagados con anterioridad, obviamente, por la persona que fallecía o si no dejaban estipulado, los herederos eran los encargados de mandarlos hacer. Algunas veces se especificaban como debían ser elaborados: algunas veces por dentro del anillo se le agregaba una frase significativa o el nombre del fallecido, algunas veces se le montaba piedras de color negro y en algunas ocasiones se le incluía un pedazo de cabello de la persona.
En el caso de que la persona a la que se conmemoraba fuera un niño, el anillo solía ser color blanco. A veces lo usaban las parejas cuando no habían logrado formalizar su relación en el altar. Algunos anillos poseían mensajes melancólicos tales como: “nuestras almas estarán eternamente atadas.”
Anillos propios del Siglo de Oro
El uso de los anillos se remonta desde el siglo XIV, aunque solo entre los siglos XVII y XVIII, se dio cabida a los anillos Memento mori (recuerda que morirás), los joyeros vieron en la muerte un negocio en potencia y hablaron sobre la facilidad y velocidad con la que se podían realizar aquellos complementos. La técnica para su elaboración era bastante estándar: un aro, con una piedra y algunos pequeños detalles para dar alguna diferencia.
Para el siglo XIX, la fabricación de los anillos pasó a la producción en masa, con una fotografía montada, la moda cesó, pero para la década de los 30´s y 40´s del siglo XX, volvieron a causar furor en los Estados Unidos, allí se buscó incluir una pequeña imagen de la persona fallecida en el anillo.
Fuentes:
- https://hmong.es/wiki/Mourning_ring
- https://kaiajoyasuruguay.blogspot.com/2016/02/la-joyeria-de-luto.html
Imágenes: 1. hmong.es 2. aiajoyasuruguay.blogspot.com
Anillos para recordar la muerte
Ya tenemos varias entradas en las que hablamos sobre las costumbres que tenían las personas durante la Época victoriana: podemos encontrar que comida hay que servir y hasta una forma idónea de vestir, pero hoy hablaremos de un complemento, los famosos anillos de luto, un accesorio que no podía faltar para recordar al ser amado perdido.
Los anillos eran pagados con anterioridad, obviamente, por la persona que fallecía o si no dejaban estipulado, los herederos eran los encargados de mandarlos hacer. Algunas veces se especificaban como debían ser elaborados: algunas veces por dentro del anillo se le agregaba una frase significativa o el nombre del fallecido, algunas veces se le montaba piedras de color negro y en algunas ocasiones se le incluía un pedazo de cabello de la persona.
En el caso de que la persona a la que se conmemoraba fuera un niño, el anillo solía ser color blanco. A veces lo usaban las parejas cuando no habían logrado formalizar su relación en el altar. Algunos anillos poseían mensajes melancólicos tales como: “nuestras almas estarán eternamente atadas.”
Anillos propios del Siglo de Oro
El uso de los anillos se remonta desde el siglo XIV, aunque solo entre los siglos XVII y XVIII, se dio cabida a los anillos Memento mori (recuerda que morirás), los joyeros vieron en la muerte un negocio en potencia y hablaron sobre la facilidad y velocidad con la que se podían realizar aquellos complementos. La técnica para su elaboración era bastante estándar: un aro, con una piedra y algunos pequeños detalles para dar alguna diferencia.
Para el siglo XIX, la fabricación de los anillos pasó a la producción en masa, con una fotografía montada, la moda cesó, pero para la década de los 30´s y 40´s del siglo XX, volvieron a causar furor en los Estados Unidos, allí se buscó incluir una pequeña imagen de la persona fallecida en el anillo.
Fuentes:
- https://hmong.es/wiki/Mourning_ring
- https://kaiajoyasuruguay.blogspot.com/2016/02/la-joyeria-de-luto.html
Imágenes: 1. hmong.es 2. aiajoyasuruguay.blogspot.com