Para dar un mensaje más certero, Lysol se alió con médicos que recomendaban ampliamente el producto y daban testigo de la eficacia y seguridad del producto, lo triste es que gran parte de las opiniones médicas eran de galenos que se encontraban al otro lado del océano y ni siquiera sabían que sus imágenes estaban siendo usadas.
Y fue así, como varios de los consultorios de los médicos se llenaron de mujeres que reportaron problemas uterinos. En 1911, se registraron 200 intoxicaciones, otras féminas informaron ardos en sus genitales y 5 murieron por usarlo. Para 1912, la empresa siguió promocionado su producto, a pesar que la asociación médica hizo claras advertencias a sus fabricantes de no alentar a su clientela a que usaran Lysol como producto de higiene femenina.
Las demandas que ignoró la empresa Lysol
Para 1935 surgieron varias demandas en las que se argumentaba que las lesiones de una consumidora fueron ocasionadas por el desinfectante, pero su queja fue ignorada y se le dio la razón a la empresa. Sucedió lo mismo con otra mujer, que alegó como su mismo producto traía una imagen de calavera con tibias cruzadas, haciendo una clara referencia a la toxicidad del producto; LEHN & FINK solo aclaró que era culpa de las mujeres por no saber usar el desinfectante.
En 1961, un hombre demandó a la empresa quejándose de como las duchas vaginales con Lysol, le habían causado a su esposa ampollas y sangrado. El vicepresidente de la empresa, tuvo la osadía de decir que era la ‘primera vez’ que se registraba tal hecho.
Las quejas hicieron mella en LEHN & FINK y se lanzó un producto libre de Cresol. Para 1933 se llevó a cabo un estudio en un centro de salud de New Jersey, en la que la mayoría de mujeres reportó que habían usado Lysol después de tener relaciones y que aun así habían quedado embarazadas. La empresa no se quedó atrás y sacó un nuevo producto, un tampón rociado con un antiséptico y desinfectante, promocionado para controlar olores corporales y germicida.
Para 1965, se legaliza por primera vez en Estados Unidos los anticonceptivos para las mujeres casadas, en el caso de las mujeres solteras se tuvo que esperar dos años. Finalmente, para 1968 Lysol se promociona como un desinfectante para baños y superficies, solo para eso. Durante 1970, las pastillas anticonceptivas estuvieron disponibles para todas las mujeres, los publicistas tuvieron que ingeniar nuevas estrategias para demostrar que el cuidado de las mujeres compete solamente a ellas y que es por ellas que deben hacerlos, no por mantener a un hombre al lado o porque la misma publicidad les dicte que sin eso sus cuerpos serán horribles.
Fuentes:
- https://1968pennies.com/es/lysol-se-us%C3%B3-una-vez-como-anticonceptivo-y-envenen%C3%B3-a-muchas-mujeres/
- https://www.elsoldehermosillo.com.mx/doble-via/lysol-no-siempre-fue-un-spray-desinfectante-asi-lo-usaban-las-abuelitas-8189871.html
Imágenes: 1. s3.amazonaws.com/ 2. static.messynessychic.com 3. www.elsoldehermosillo.com.mx/
Lysol es considerado como uno de los primeros desinfectantes inventados en el mundo, su origen es alemán y llegó en 1889 para poner fin a una epidemia de cólera y unos años más tarde, usado para combatir la gripe española. Para 1910, una empresa estadounidense (LEHN & FINK) comenzó a producirlo para el mercado de esa zona con publicidad, bastante engañosa y perjudicial: como producto de higiene íntima para mujeres.
La empresa hacía uso de las inseguridades y de la misoginia de la época para vender el producto, se podían ver anuncios que decían: “una esposa puede perder el amor de su esposo si es negligente con su higiene femenina” o “incompatible quiere decir ignorancia de la correcta higiene femenina”, una publicidad que daba a entender que los problemas maritales recaían en la esposa y que la infelicidad de sus esposos era a causa de su falta de aseo.
De igual forma, también se encontraba publicidad en la que se veía a madres enseñándoles a sus hijas la forma de realizarse duchas vaginales, método con fines anticonceptivos usado desde 1832 y que se volvió realmente popular cuando el médico Charles Knowlton, las empezó a recomendar después de las relaciones íntimas. Su uso se hizo tan popular que el médico francés Maurice Éguisier, inventó una ducha de acción automática, hasta que llegó Lysol a promocionarse como el producto que cumplía con las mismas funciones.
Una técnica de publicidad engañosa
Los publicistas de la empresa de Lysol, usaban el eufemismo de higiene femenina como anticonceptivo y sustituyeron la palabra esperma por gérmenes. Para 1873 en los Estados Unidos se aprobó la ley Comstock, la cual clasificó a los anticonceptivos como obscenos en inmorales, su impulsor, Anthony Comstock, alegó que el control de la natalidad era una blasfemia y que era un vicio que se debía suprimir, fue así como en revistas, libros y folletos sobre la reproducción sexual constituían un delito federal.
La poca preocupación por la población femenina y leyes absurdas que no velaban por ellas, fue el vacío legal que aprovecharon los publicistas para engañarlas e incitarlas a rociar Lysol en su zona íntima, con el fin de impedir embarazos no deseados. Los anuncios eran colocados en revistas y periódicos, haciendo uso de modelos elegantes y frases sexista que afirmaban que su falta de cuidado era razón suficiente para sus esposos las engañaran, pero que no se preocuparan pues Lysol estaba ahí para salvar el día.
Fue tanto el bombardeo de historias sobre mujeres que eran perfectas en todo, excepto en su cuidado y que debido a eso lo perdían todo, en una revista salió publicado lo que pasó con Mary, quien era idónea como madre y ama de casa, y que cuando su esposo la dejó lo llamaron bruto solo que ellos no sabían el sucio secreto de Mary.
Asimismo, tenemos la historia de una dama que nos relata, cómo recuperó a su esposo gracias a una recomendación de médico, quien le dijo que usara el producto Lysol. Así como la falta de aseo e higiene recaía en las mujeres, la natalidad de igual forma, se podían encontrar grandes anuncios en los que las mujeres veían con preocupación el calendario y como un embarazo podría ser la causa que dañaría su feliz matrimonio.
Entre 1930 a 1960, Lysol fue el producto de higiene y anticonceptivo femenino más vendido, su publicidad incesante y los altos costos de los productos intrauterinos y condones, hacían que las damas tuvieran que recurrir a productos inseguros.
Las obvias consecuencias que sucedieron a sus usuarias
Obviamente, la publicidad de Lysol afirmaba que el producto era suave y seguro con los tejidos delicados de la zona vaginal, alto totalmente falso ya que Lysol incluía en su fórmula ingredientes tóxicos y cancerígenos como el Cresol, un químico altamente corrosivo, que al entrar en contacto con la piel puede causar quemaduras, a una alta exposición puede dañar los riñones e hígado y si se ingiere puede provocar anemia, problemas cardiacos y hasta la muerte, pero esta información era omitida en la publicidad, claramente.
Para dar un mensaje más certero, Lysol se alió con médicos que recomendaban ampliamente el producto y daban testigo de la eficacia y seguridad del producto, lo triste es que gran parte de las opiniones médicas eran de galenos que se encontraban al otro lado del océano y ni siquiera sabían que sus imágenes estaban siendo usadas.
Y fue así, como varios de los consultorios de los médicos se llenaron de mujeres que reportaron problemas uterinos. En 1911, se registraron 200 intoxicaciones, otras féminas informaron ardos en sus genitales y 5 murieron por usarlo. Para 1912, la empresa siguió promocionado su producto, a pesar que la asociación médica hizo claras advertencias a sus fabricantes de no alentar a su clientela a que usaran Lysol como producto de higiene femenina.
Las demandas que ignoró la empresa Lysol
Para 1935 surgieron varias demandas en las que se argumentaba que las lesiones de una consumidora fueron ocasionadas por el desinfectante, pero su queja fue ignorada y se le dio la razón a la empresa. Sucedió lo mismo con otra mujer, que alegó como su mismo producto traía una imagen de calavera con tibias cruzadas, haciendo una clara referencia a la toxicidad del producto; LEHN & FINK solo aclaró que era culpa de las mujeres por no saber usar el desinfectante.
En 1961, un hombre demandó a la empresa quejándose de como las duchas vaginales con Lysol, le habían causado a su esposa ampollas y sangrado. El vicepresidente de la empresa, tuvo la osadía de decir que era la ‘primera vez’ que se registraba tal hecho.
Las quejas hicieron mella en LEHN & FINK y se lanzó un producto libre de Cresol. Para 1933 se llevó a cabo un estudio en un centro de salud de New Jersey, en la que la mayoría de mujeres reportó que habían usado Lysol después de tener relaciones y que aun así habían quedado embarazadas. La empresa no se quedó atrás y sacó un nuevo producto, un tampón rociado con un antiséptico y desinfectante, promocionado para controlar olores corporales y germicida.
Para 1965, se legaliza por primera vez en Estados Unidos los anticonceptivos para las mujeres casadas, en el caso de las mujeres solteras se tuvo que esperar dos años. Finalmente, para 1968 Lysol se promociona como un desinfectante para baños y superficies, solo para eso. Durante 1970, las pastillas anticonceptivas estuvieron disponibles para todas las mujeres, los publicistas tuvieron que ingeniar nuevas estrategias para demostrar que el cuidado de las mujeres compete solamente a ellas y que es por ellas que deben hacerlos, no por mantener a un hombre al lado o porque la misma publicidad les dicte que sin eso sus cuerpos serán horribles.
Fuentes:
- https://1968pennies.com/es/lysol-se-us%C3%B3-una-vez-como-anticonceptivo-y-envenen%C3%B3-a-muchas-mujeres/
- https://www.elsoldehermosillo.com.mx/doble-via/lysol-no-siempre-fue-un-spray-desinfectante-asi-lo-usaban-las-abuelitas-8189871.html
Imágenes: 1. s3.amazonaws.com/ 2. static.messynessychic.com 3. www.elsoldehermosillo.com.mx/
Lysol y sus usos ¿producto femenino?
Lysol es considerado como uno de los primeros desinfectantes inventados en el mundo, su origen es alemán y llegó en 1889 para poner fin a una epidemia de cólera y unos años más tarde, usado para combatir la gripe española. Para 1910, una empresa estadounidense (LEHN & FINK) comenzó a producirlo para el mercado de esa zona con publicidad, bastante engañosa y perjudicial: como producto de higiene íntima para mujeres.
La empresa hacía uso de las inseguridades y de la misoginia de la época para vender el producto, se podían ver anuncios que decían: “una esposa puede perder el amor de su esposo si es negligente con su higiene femenina” o “incompatible quiere decir ignorancia de la correcta higiene femenina”, una publicidad que daba a entender que los problemas maritales recaían en la esposa y que la infelicidad de sus esposos era a causa de su falta de aseo.
De igual forma, también se encontraba publicidad en la que se veía a madres enseñándoles a sus hijas la forma de realizarse duchas vaginales, método con fines anticonceptivos usado desde 1832 y que se volvió realmente popular cuando el médico Charles Knowlton, las empezó a recomendar después de las relaciones íntimas. Su uso se hizo tan popular que el médico francés Maurice Éguisier, inventó una ducha de acción automática, hasta que llegó Lysol a promocionarse como el producto que cumplía con las mismas funciones.
Una técnica de publicidad engañosa
Los publicistas de la empresa de Lysol, usaban el eufemismo de higiene femenina como anticonceptivo y sustituyeron la palabra esperma por gérmenes. Para 1873 en los Estados Unidos se aprobó la ley Comstock, la cual clasificó a los anticonceptivos como obscenos en inmorales, su impulsor, Anthony Comstock, alegó que el control de la natalidad era una blasfemia y que era un vicio que se debía suprimir, fue así como en revistas, libros y folletos sobre la reproducción sexual constituían un delito federal.
La poca preocupación por la población femenina y leyes absurdas que no velaban por ellas, fue el vacío legal que aprovecharon los publicistas para engañarlas e incitarlas a rociar Lysol en su zona íntima, con el fin de impedir embarazos no deseados. Los anuncios eran colocados en revistas y periódicos, haciendo uso de modelos elegantes y frases sexista que afirmaban que su falta de cuidado era razón suficiente para sus esposos las engañaran, pero que no se preocuparan pues Lysol estaba ahí para salvar el día.
Fue tanto el bombardeo de historias sobre mujeres que eran perfectas en todo, excepto en su cuidado y que debido a eso lo perdían todo, en una revista salió publicado lo que pasó con Mary, quien era idónea como madre y ama de casa, y que cuando su esposo la dejó lo llamaron bruto solo que ellos no sabían el sucio secreto de Mary.
Asimismo, tenemos la historia de una dama que nos relata, cómo recuperó a su esposo gracias a una recomendación de médico, quien le dijo que usara el producto Lysol. Así como la falta de aseo e higiene recaía en las mujeres, la natalidad de igual forma, se podían encontrar grandes anuncios en los que las mujeres veían con preocupación el calendario y como un embarazo podría ser la causa que dañaría su feliz matrimonio.
Entre 1930 a 1960, Lysol fue el producto de higiene y anticonceptivo femenino más vendido, su publicidad incesante y los altos costos de los productos intrauterinos y condones, hacían que las damas tuvieran que recurrir a productos inseguros.
Las obvias consecuencias que sucedieron a sus usuarias
Obviamente, la publicidad de Lysol afirmaba que el producto era suave y seguro con los tejidos delicados de la zona vaginal, alto totalmente falso ya que Lysol incluía en su fórmula ingredientes tóxicos y cancerígenos como el Cresol, un químico altamente corrosivo, que al entrar en contacto con la piel puede causar quemaduras, a una alta exposición puede dañar los riñones e hígado y si se ingiere puede provocar anemia, problemas cardiacos y hasta la muerte, pero esta información era omitida en la publicidad, claramente.
Para dar un mensaje más certero, Lysol se alió con médicos que recomendaban ampliamente el producto y daban testigo de la eficacia y seguridad del producto, lo triste es que gran parte de las opiniones médicas eran de galenos que se encontraban al otro lado del océano y ni siquiera sabían que sus imágenes estaban siendo usadas.
Y fue así, como varios de los consultorios de los médicos se llenaron de mujeres que reportaron problemas uterinos. En 1911, se registraron 200 intoxicaciones, otras féminas informaron ardos en sus genitales y 5 murieron por usarlo. Para 1912, la empresa siguió promocionado su producto, a pesar que la asociación médica hizo claras advertencias a sus fabricantes de no alentar a su clientela a que usaran Lysol como producto de higiene femenina.
Las demandas que ignoró la empresa Lysol
Para 1935 surgieron varias demandas en las que se argumentaba que las lesiones de una consumidora fueron ocasionadas por el desinfectante, pero su queja fue ignorada y se le dio la razón a la empresa. Sucedió lo mismo con otra mujer, que alegó como su mismo producto traía una imagen de calavera con tibias cruzadas, haciendo una clara referencia a la toxicidad del producto; LEHN & FINK solo aclaró que era culpa de las mujeres por no saber usar el desinfectante.
En 1961, un hombre demandó a la empresa quejándose de como las duchas vaginales con Lysol, le habían causado a su esposa ampollas y sangrado. El vicepresidente de la empresa, tuvo la osadía de decir que era la ‘primera vez’ que se registraba tal hecho.
Las quejas hicieron mella en LEHN & FINK y se lanzó un producto libre de Cresol. Para 1933 se llevó a cabo un estudio en un centro de salud de New Jersey, en la que la mayoría de mujeres reportó que habían usado Lysol después de tener relaciones y que aun así habían quedado embarazadas. La empresa no se quedó atrás y sacó un nuevo producto, un tampón rociado con un antiséptico y desinfectante, promocionado para controlar olores corporales y germicida.
Para 1965, se legaliza por primera vez en Estados Unidos los anticonceptivos para las mujeres casadas, en el caso de las mujeres solteras se tuvo que esperar dos años. Finalmente, para 1968 Lysol se promociona como un desinfectante para baños y superficies, solo para eso. Durante 1970, las pastillas anticonceptivas estuvieron disponibles para todas las mujeres, los publicistas tuvieron que ingeniar nuevas estrategias para demostrar que el cuidado de las mujeres compete solamente a ellas y que es por ellas que deben hacerlos, no por mantener a un hombre al lado o porque la misma publicidad les dicte que sin eso sus cuerpos serán horribles.
Fuentes:
- https://1968pennies.com/es/lysol-se-us%C3%B3-una-vez-como-anticonceptivo-y-envenen%C3%B3-a-muchas-mujeres/
- https://www.elsoldehermosillo.com.mx/doble-via/lysol-no-siempre-fue-un-spray-desinfectante-asi-lo-usaban-las-abuelitas-8189871.html
Imágenes: 1. s3.amazonaws.com/ 2. static.messynessychic.com 3. www.elsoldehermosillo.com.mx/