Los perros más veloces del mundo, son los de la raza galgo español. Canes exclusivos de la cacería, cuya velocidad es formidable y su agilidad asombrosa, al punto en que pueden perfectamente cazar una liebre o un ciervo.
Los galgos españoles
Son originarios de España, como su nombre lo indica y eran los favoritos de la realeza de esa nación. En la actualidad, son de los mejores competidores de carreras caninas en el mundo. Su inteligencia es directamente proporcional a su tremenda habilidad, así como nobleza. En un comienzo la timidez los caracteriza, pero suelen adaptarse bien a los cambios.
Su cabeza es muy delgada y de tez alargada, rasgos no tan frecuentes en otros perros ni mucho menos mascotas domésticas. Inclusive, ese estilo de cabeza perruna se conoce cono dolicocéfala y por esa razón, estos perros parecen más largos de lo que realmente son.
Pero para la compañía también resultan ser muy apropiados, porque se caracterizan por ser muy obedientes y tranquilos. No obstante, desde muy cachorros demuestran su instinto de cazadores y competidores. De tal modo que si se prefiere como mascota doméstica, es necesario adiestrarlos desde pequeños en su rol afectivo, ya que por naturaleza tienden a ser perros de carreras.
Requieren un espacio muy amplio
Sin embargo, los galgos no necesitan mucho tiempo de dedicación en sus cuidados básicos. Lo que importa es que cuenten con un amplio espacio para que puedan correr libremente y gozar del campo abierto con su aire de libertad. Su pelo exige un mantenimiento sencillo, pues es corto y comprimido. Así como las demás razas, los perros más veloces del mundo también necesitan ser tratados con mucho cariño, paciencia y comprensión.
No obstante, la cacería y las carreras de apuestas con los galgos es un tema muy polémico, expuesto como un problema y violación, por parte de los defensores de los derechos de los animales.
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