Muchas veces, cuando alguien se ha atragantado, las personas que rodean al afectado entran en pánico por el desconocimiento del correcto proceder, para auxiliarlo. Por tal razón, hemos traído una serie de tips para saber qué hacer en tales casos, pues se podrían salvar muchas vidas, actuando con serenidad y rapidez.
Pregunte si la persona se está asfixiando
Pareciera intonso, pero es necesario interrogar y cerciorarse de si el individuo es capaz de respirar, al menos un poco, antes de interferir, porque si está tosiendo y alcanza un mínimo de respiración todavía, es factible que por sí mismo expulse el elemento que lo atragantó y por eso no debe pararle la tos. En caso de que sí se esté ahogando, debe proceder con los siguientes pasos ágilmente, o llamar una ambulancia.
La maniobra de Heimlich
Consiste en abrazar al individuo desde atrás, con el objetivo de causar compresión en la zona abdominal, presionando con fuerza en el punto medio del esternón y el ombligo hacia arriba, para que se eleve el diafragma y de esa manera, generar una reacción de expulsión que surge desde el área pulmonar, hasta las vías respiratorias superiores y expulsar finalmente, el objeto que atascaba.
Provocar la tos
Se debe procurar que la persona atragantada pueda toser. Para ello, se podría emplear unas palmadas secas en la espalda, procediendo a inclinar el tronco del afectado, sosteniendo con una mano el pecho y con la otra, con la palma golpea la espalda. Los expertos recomiendan probar 5 veces este procedimiento y en caso de no obtener resultados positivos, rápidamente probar otra alternativa o llamar al número de emergencias.
En caso de bebés y niños pequeños
El cuerpo del menor debe ubicarse en posición hacia abajo, sosteniéndolo con el brazo de manera horizontal, y en la espalda darle una palmada con fuerza. Si falla, entonces con los dedos índice y corazón ejercer presión en el pecho, haciendo fuerza hacia adentro y hacia arriba, en la parte del esternón. También podría levantarse al niño desde los talones y darle el golpecito en la espalda, pues en esa posición de cabeza, es fácil que salga aquello que obstruía la respiración.
A sí mismo
En caso de estar solo y atragantarse, es posible realizar la maniobra Heimlich sobre sí mismo, descansando el peso del cuerpo en el espaldar de una silla, con el cuidado de que esta no se caiga, para que de ese modo, la presión que se ejerce en el pecho se aumente considerablemente, y lo que fuere que haya causado el problema, saldrá expulsado del interior.
Un atragantamiento se genera en el instante en que un pedazo de comida o un pequeño objeto, atasca la garganta o en la parte superior de las vías respiratorias, obstaculizando la circulación de oxígeno hacia la zona pulmonar y lo más grave: al cerebro, ocasionando una seria lesión en este órgano principal o la misma muerte, si se superan los 4 minutos de obstrucción total de aire. Podría salvar muchas vidas.
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