Desde la invasión de China al Tíbet en el año de 1950, se ha presentado el que puede ser el mayor caso de indiferencia humana ante un caso de opresión, vejación y diezmación de una población humana, luego del descubrimiento de América latina.
Tibet: El exodo mas extremo del mundo
Desde entonces comenzó también uno de los éxodos más extremos en el que los principales guías religiosos han tenido que huir de su país. El caso más conocido es el del mismísimo Dalai Lama, junto con otra comitiva de monjes. Sin embargo, no ha sido el único exilio, y miles de personas han preferido huir ante la violenta opresión china, que permanecer en su país.
La situación para los que han preferido, o que han tenido que quedarse no ha sido muy alagadora. El culto budista prácticamente está siendo exterminado. China controla el número de monasterios y de monjes, además regula qué se debe y no se debe enseñar en esta materia, prohibe la celebración de ritos tradicionales y dirige campañas de reeducación orientadas a rebajar la imagen del Dalai Lama. Así mismo, los que otrora fueran monasterios se están readaptando, bien para monasterios, bien para burdeles de las tropas chinas.
Organizaciones gubernamentales también hablan de desaparición forzada de miles de tibetanos, además del natural desalojo y desposesión de tierras. Buena parte de los que tienen que exiliarse viajan a la frontera, a Nepal, Japón u otros lugares como Estados Unidos. El problema parece cada vez más irreversible e, inclusive, los planes de China es convertir al Tíbet en un lugar de turismo.
Esto sucede aún hoy en día, sin embargo, parece ser un problema invisible, que nadie quiere mirar, como si nadie quisiera contrariar a la hoy potencia China con la que, mejor de hablar de problemas sentimentales, es mejor entablar relaciones comerciales que produzcan beneficios económicos.
En efecto, la otrora capital espiritual del mundo, ícono por excelencia de espiritualidad y de austeridad, es ahora el sitio preferido de los nuevos ricos Chinos, lleno de comercio y de turismo que crece año tras año.