Historia de Londres en el siglo XIX
Las calles londinenses en tiempos victorianos, según la zona que visitaras, podían ser tranquilas o peligrosas. La mendicidad se había triplicado y trajo consigo hambre y robos Pasar la noche en la calle era casi un acto suicida, pues no solo el clima agreste estaría en tu contra, sino también que otras personas estarían detrás de tI para quitarte lo poco que tienes.
Es así como se empezaron a habilitar cierto tipo de refugios en los en que existían varias opciones para pasar la noche: un penique para sentarse, dos peniques para el hang over, y la última opción, cuatro a cinco peniques para acostarse.
Cada penique invertido no cubría todo, por ejemplo, sentarse no te garantizaba que pudieras dormir, había personas vigilando para que no pudieras ni cerrar los ojos. La siguiente opción, el hang over, era una cuerda amarrada de extremo a extremo donde la persona se colgaba para pasar la noche y al siguiente se cortaba, sin tener ningún tipo de consideración entre las 5 a 6 de la mañana.
Por último, está el método más “lujoso” con un costo de 4 peniques: unos ataúdes que eran extendidos en el Suelo para ocupar la mayor cantidad de espacio, con la idea de poder albergar la mayor cantidad de personas sin techo como fuera posible. En algunas ocasiones se les facilitaba una tela de hule para cubrirse y a veces se les servía una taza de té o café con un pedazo de pan. Y por último se ofrecía la opción de alquilar camas, algo que muy pocos se podían permitir.
Era casi normal, darse cuenta al día siguiente que más de uno no se levantaba de su sitio. Se tiene conocimiento que cada noche, esos sitios llegaban a dar refugio a más 200 personas cada noche y aunque hoy en día, esos métodos se llegarían a considerar inhumanos, en aquellos tiempos se veían como un acto de caridad.
Fuentes:
- https://www.youtube.com/watch?v=SRlU9D1VI2o
Imagenes: 1. www.freejpg.com.ar 2. www.20minutos.es
Historia de Londres en el siglo XIX
Las calles londinenses en tiempos victorianos, según la zona que visitaras, podían ser tranquilas o peligrosas. La mendicidad se había triplicado y trajo consigo hambre y robos Pasar la noche en la calle era casi un acto suicida, pues no solo el clima agreste estaría en tu contra, sino también que otras personas estarían detrás de tI para quitarte lo poco que tienes.
Es así como se empezaron a habilitar cierto tipo de refugios en los en que existían varias opciones para pasar la noche: un penique para sentarse, dos peniques para el hang over, y la última opción, cuatro a cinco peniques para acostarse.
Cada penique invertido no cubría todo, por ejemplo, sentarse no te garantizaba que pudieras dormir, había personas vigilando para que no pudieras ni cerrar los ojos. La siguiente opción, el hang over, era una cuerda amarrada de extremo a extremo donde la persona se colgaba para pasar la noche y al siguiente se cortaba, sin tener ningún tipo de consideración entre las 5 a 6 de la mañana.
Por último, está el método más “lujoso” con un costo de 4 peniques: unos ataúdes que eran extendidos en el Suelo para ocupar la mayor cantidad de espacio, con la idea de poder albergar la mayor cantidad de personas sin techo como fuera posible. En algunas ocasiones se les facilitaba una tela de hule para cubrirse y a veces se les servía una taza de té o café con un pedazo de pan. Y por último se ofrecía la opción de alquilar camas, algo que muy pocos se podían permitir.
Era casi normal, darse cuenta al día siguiente que más de uno no se levantaba de su sitio. Se tiene conocimiento que cada noche, esos sitios llegaban a dar refugio a más 200 personas cada noche y aunque hoy en día, esos métodos se llegarían a considerar inhumanos, en aquellos tiempos se veían como un acto de caridad.
Fuentes:
- https://www.youtube.com/watch?v=SRlU9D1VI2o
Imagenes: 1. www.freejpg.com.ar 2. www.20minutos.es