Los seres encargados de guiarnos al más allá
Tiene una forma distinta dependiendo de la religión o mitología en la que busquemos, pero tienen algo en común y es la tarea que cumplen en este mundo: llevar las almas al cielo o al infierno dependiendo de los méritos que hubieran hecho en la tierra. Se trata de los psicopompos.
Si estos seres son vistos desde las religiones cristiana, judía o musulmana, tendrían forma de ángeles; desde la cultura de sociedades más antiguas tendrían la forma de perros, aves u otros animales. Para grandes tribus guerreras como los vikingos, los psicopompos eran las afamadas valkirias, aquellas bellas mujeres que se llevaban el alma de las personas que morían en pleno campo de batalla.
También cabe resaltar la figura del chamán, aquella persona con habilidades sobrenaturales y la capacidad de ver lo que trasciende de este mundo. Se dice que un chamán podía alterar su estado de conciencia para guiar el alma del difunto a un eterno descanso.
Psicopompos en la Historia
En el Antiguo Egipto la tradición contaba una versión amigable de la muerte: de acuerdo con la religión faraónica en el más allá nos esperaba otra vida mejor que la presente. Por eso sus rituales funerarios eran tan elaborados y majestuosos, y detrás de ellos estaba la imprescindible necesidad de un guía que trasladara a los espíritus al más allá: está función recaía en los hombros de dios Anubis, el señor de los muertos, el encargado de llevar las almas al inframundo o al Duat.
Para los mayas era la diosa Ixtab, diosa del suicidio y esposa del dios de la muerte. Los mayas consideraban el suicidio como una forma honorable de morir, algo similar a las personas que eran utilizadas como sacrificios, guerreros que morían en campos de batalla o las mujeres que fallecían en un parto. Los suicidas por ahorcamiento recibían la protección de la divinidad, quien los guiaba al paraíso.
Siguiendo con mitología mexicana, encontramos al dios Xolotl, deidad de la cultura Azteca, el cual era el dios del ocaso, de los espíritus, de los gemelos y del Venus vespertino y ayudaba a los muertos en su viaje al Mictlán (paraíso final)
En oriente encontramos que cada país también cuenta con su propia representación de los psicopompos: en India está el dios Agni, un dios del fuego encargado de purificar a los seres humanos antes de que llegarán a la presencia de algún dios.
Los nipones cuentan con los shinigamis, seres sobrenaturales que invitan a las personas a la muerte o inducen deseos en éstos para morir y, por último, pero no menos importantes, tenemos a los griegos con Caronte, el barquero que llevaba las almas por el rio Aqueronte si tenían las monedas para pagar el viaje. El dios Hermes también actuaba algunas veces como un psicopompo: aparte de Hades y Perséfone era la única deidad que podía entrar y salir del inframundo sin problema.
Por último, en la tradición occidental tenemos a Azrael, nombre que recibe el ángel de la muerte según el Islam o Judaísmo, de acuerdo a la tradición de ambas religiones la misión del ser alado es tranquilizar y conducir las almas al más allá. Y para los católicos, el ángel encargado de aquel puesto sería Miguel, quien pesaría las almas y las trasladaría un sitio de descanso.
Fuentes:
- https://santuariodelalba.wordpress.com/2016/12/06/el-psicopompo/
- https://caracterurbano.com/cultura/psicopompo
Imágenes: 1: eltarotdeluciano.wordpress.com, 2: caracterurbano.com
Los seres encargados de guiarnos al más allá
Tiene una forma distinta dependiendo de la religión o mitología en la que busquemos, pero tienen algo en común y es la tarea que cumplen en este mundo: llevar las almas al cielo o al infierno dependiendo de los méritos que hubieran hecho en la tierra. Se trata de los psicopompos.
Si estos seres son vistos desde las religiones cristiana, judía o musulmana, tendrían forma de ángeles; desde la cultura de sociedades más antiguas tendrían la forma de perros, aves u otros animales. Para grandes tribus guerreras como los vikingos, los psicopompos eran las afamadas valkirias, aquellas bellas mujeres que se llevaban el alma de las personas que morían en pleno campo de batalla.
También cabe resaltar la figura del chamán, aquella persona con habilidades sobrenaturales y la capacidad de ver lo que trasciende de este mundo. Se dice que un chamán podía alterar su estado de conciencia para guiar el alma del difunto a un eterno descanso.
Psicopompos en la Historia
En el Antiguo Egipto la tradición contaba una versión amigable de la muerte: de acuerdo con la religión faraónica en el más allá nos esperaba otra vida mejor que la presente. Por eso sus rituales funerarios eran tan elaborados y majestuosos, y detrás de ellos estaba la imprescindible necesidad de un guía que trasladara a los espíritus al más allá: está función recaía en los hombros de dios Anubis, el señor de los muertos, el encargado de llevar las almas al inframundo o al Duat.
Para los mayas era la diosa Ixtab, diosa del suicidio y esposa del dios de la muerte. Los mayas consideraban el suicidio como una forma honorable de morir, algo similar a las personas que eran utilizadas como sacrificios, guerreros que morían en campos de batalla o las mujeres que fallecían en un parto. Los suicidas por ahorcamiento recibían la protección de la divinidad, quien los guiaba al paraíso.
Siguiendo con mitología mexicana, encontramos al dios Xolotl, deidad de la cultura Azteca, el cual era el dios del ocaso, de los espíritus, de los gemelos y del Venus vespertino y ayudaba a los muertos en su viaje al Mictlán (paraíso final)
En oriente encontramos que cada país también cuenta con su propia representación de los psicopompos: en India está el dios Agni, un dios del fuego encargado de purificar a los seres humanos antes de que llegarán a la presencia de algún dios.
Los nipones cuentan con los shinigamis, seres sobrenaturales que invitan a las personas a la muerte o inducen deseos en éstos para morir y, por último, pero no menos importantes, tenemos a los griegos con Caronte, el barquero que llevaba las almas por el rio Aqueronte si tenían las monedas para pagar el viaje. El dios Hermes también actuaba algunas veces como un psicopompo: aparte de Hades y Perséfone era la única deidad que podía entrar y salir del inframundo sin problema.
Por último, en la tradición occidental tenemos a Azrael, nombre que recibe el ángel de la muerte según el Islam o Judaísmo, de acuerdo a la tradición de ambas religiones la misión del ser alado es tranquilizar y conducir las almas al más allá. Y para los católicos, el ángel encargado de aquel puesto sería Miguel, quien pesaría las almas y las trasladaría un sitio de descanso.
Fuentes:
- https://santuariodelalba.wordpress.com/2016/12/06/el-psicopompo/
- https://caracterurbano.com/cultura/psicopompo
Imágenes: 1: eltarotdeluciano.wordpress.com, 2: caracterurbano.com